En el Parque “Rafael de Aguiar”, tan cercano a la ciudad de San Nicolás y con unas dimensiones tan importantes (unas 1.400 ha) podemos encontrar dos ambientes bien típicos: las barrancas y las islas (con bañados, albardones y lagunas). La mayoría del Parque forma parte de la llanura aluvial del río Paraná. Significa que los terrenos se han formado por la depositación de sedimentos limo-arcillosos y arenosos que el río trae en sus continuos períodos de crecientes y bajantes. Pertenece al delta medio del río Paraná. Cuenta con gran cantidad de hábitats y microambientes diferentes.
Flora
Distintos autores durante mucho tiempo han esbozado clasificaciones fitogeográficas del territorio argentino. Entre las principales se puede mencionar a la de Hauman (1920,1931), Frenguelli (1941), Castellanos y Pérez Moreau (1945), Parodi (en 1945 y 1964), Cabrera (desde la primera en 1951 hasta 1976) y últimamente se elaboró en el ámbito de la Secretaría de Medio Ambiente y la Administración de Parques Nacionales, un trabajo de clasificación en Eco-regiones elaborado por Burkart, et al. (1999), que es bastante coincidente con el de Cabrera, pero tiene algunas subdivisiones de las provincias que señala aquel autor. En estas páginas, en la mayoría de las monografías realizadas, se optó por esta última categorización.
En términos generales se reseña la flora del extenso territorio bonaerense señalando que predomina el pastizal con de flechillar compuesto por gramíneas de gran variedad de especies de los géneros Poa, Stipa, Aristida, Paspalum y muchas más. Hay zonas húmedas donde se forman juncales (Scirpus californicus), espadañales (Zizaniopsis bonariensis), totorales del género Typha, cortaderas (Scirpus giganteus) a veces en grandes extensiones. En la zona litoraleña del Río de la Plata, hasta casi el extremo sur de la Bahía de Samborombón se forman los llamados talares, asociación de talas (Celtis tala) con predominancia de esta especie, el sombra te toro (Jodina rhombifolia) y espinillo (Acacia caven).Hay bastante coincidencia entre todas estas clasificaciones, en incluir la mayor parte del territorio de la Provincia de Buenos Aires en el ámbito de una región que llaman “pampa” o “pradera pampeana”. Este vocablo viene del quichua y significa algo así como “gran llanura” y por extensión, se aplicó también en otras zonas del país para señalar espacios con esas características. Siguiendo la clasificación de Burkart, el al, (1999) además de la Eco-región Pampa, el extremo sur se ubica en la Eco-región del Espinal y el extremo noreste, en un angosta franja se desarrolla la Eco-región del Delta e Islas del Paraná.
Lo que casi constituye la única formación boscosa de la Provincia, junto a algunos ceibales (Erythrina cristagalli) de la parte noreste de la costa rioplatense y vestigios de selva en galería que sobreviven aisladamente en algunos pequeños relictos muy puntuales y la Eco-región Delta e Islas del Paraná. Otra formación conspicua de las zona costera marítima son los espartillos (Spartina coarctata) y pajonales de Panicum recemosum, entre otras especies.
Las zonas serranas de la Provincia presentan algunas características florales propias de esos ambientes. En el Parque Rafael de Aguiar abunda la vegetación acuática que acompaña las zonas inundables (gran parte del área es anegadiza en grandes crecientes) como la Laguna Larga, La Quebrada, arroyos y al río Paraná. En la zona de las barrancas sobreviven relistos de talas (Celtis tala) que llegan hasta el sur de la Bahía de Samborombón.
Investigación y Textos: Gabriel O. Rodriguez
La fauna actual de la provincia de Buenos Aires es muy reducida respecto a la que poblaba la zona antaño, dado que la superficie de este distrito está en un altísimo porcentaje alterada debido a la intensa explotación agrícola-ganadera que se lleva a cabo. Realmente son relictuales los lugares que se conservan prístinos. Otrora era una zona donde pastaban grandes manadas de herbívoros como el guanaco (Lama guaicoe), el ciervo de las pampas (Ozotoceros bezoarticus) y el ñandú (Rhea americana).
Entre los mamíferos se puede observar al peludo o quiquincho grande (Chaetophractus villosus), la mulita común (Dasypus novemcincus), varios roedores como tucu-tuco de los médanos (Ctenomys australis), el colilargo chico (Oligoryzomys flavescens), el ratón de Azara (Akodon azarae), la laucha chica o ratón manchado (Calomys laucha), el cuis pampeano (Cavia pamparum), la vizcacha común (Lagostomus maximus), el hurón chico (Galictis cuja), el zorrino común (Conepatus chinga).
Entre los felinos se encuentra el gato de pajonal (Lynchailurus pajeros) y uno de los cánidos más conspicuo se ubica el zorro gris pampeano (Ducsicyon gymnocercus). Entre la fauna anfibia se hace mención del sapo común (Bufo arenarum), el sapo (Bufo granulosus), las ranitas (Leptodactylus prognathus, L. gracilis y L. mystacinus), el llamado escuerzo (Ceratophrys ornata) entre otras batracios.
Entre los reptiles son comunes la culebra (Lystrophis dorbignyi), otra también llamada culebra (Liophis anomalus), Lystrophis semicinctus, Clelia clelia, Bothrops alternatus – yarará o víbora de la cruz-, Lystrophis semicinctus –falsa coral- junto con Oxyrhopus rhombifer que también comúnmente se le da ese nombre. Continuando con el género Botrops, también se observa Bothrops ammodytoides en la parte su de la Provincia. Esta enunciación es sólo a modo de muestra, dado que Buenos aires alberga un gran número de reptiles que conformaría una larga lista, que incluiría a quelonios, saurios y ofidios. De éstos últimos hay unas 26 especies, agrupadas en 16 géneros y cuatro familias (Giambelluca, 2001).
Por último nos referiremos a las aves, cuya variedad es importante. La gran cantidad de ambientes palustres, las costas marítimas, zonas serranas y el típico pastizal son suficiente variedad de ambientes como par albergar unas 300 especies distintas. Se mencionan a modo de muestra de esta variedad algunas especies conspicuas como el biguá (Phalacrocorax olivaceus), el chiflón (Syrigma sibilatrix), la garcita blanca (Egretta thula), la cigüeña común (Ciconia maguari), el cuervillo de cañada ( Plegadis chi), varias especies de patos género Anatidae, el caracolero (Rostrhamus sociabilis), el gavilán (Circus bufoni), el chimango (Milvago chimango), el carancho (Polyborus plancus), carao (Aramus guarauna), el ipacaá (Aramides ypecaha), la pollona negra (Gallinula chloropus), gaviota capucho café (Larus maculipennis), la paloma de ala manchada (Columba maculosa), la cotorra (Myiopsitta monacha), el pirincho (Guira guira), lechuza de campanario (Tyto alba), el picaflor común (Chlorostilbon aureoventris), el carpintero campestre ( Colaptes melanolaimus), el hornero (Furnarius rufus), el tachurí sietecolores (Tachuris rubrigastra), el picabuey (Machetornis rixosus) y una gran cantidad de especies más de las familias Tirannidae, Mimidae, Turdidae y Emberizidae.
El área de la Reserva Regional Rafael de Aguiar está muy próxima a la población humana, lo que ahuyenta en términos generales a la fauna tetrápoda. En cambio la ictiofauna es significativa y el área, al estar próxima al Río Paraná, participa de la gran variedad de peces de éste gran Río.
Entre los mamíferos se destaca la presencia del coipo (Myocastor coypus). Hasta no hace demasiados años atrás en el área aún supervivía el carpincho (Hydrochoerus hidrichaeris), el lobito de río (Lutra platenses) y el ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus).
El grupo vertebrado más destacable por su variedad de especies es el de las aves, y son conspicuas especies como la garza mora (Ardea cocoi); la garza blanca (Egretta alba); la garcita blanca (Egretta thula); la garza bruja (Nycticorax nycticorax); la cigüeña común (Ciconia maguari), y varias especies de las familias Rallidae, Anatidae, Stenidae, Laridae y otras asociadas al medio acuático.
Entre el orden de los Passeriformes se observan el chingolo (Zonotrichia capensis), la tacuarita azul (Polioptila dumicola), el cardenal común (Paroaria coronata), el renegrido (Molothrus bonariensis), el varillero ala amarilla (Agelaius thilius), varias especies de las numerosas familias Dendrocolaptidae y Furnaridae, con su representante más conspicuo, el hornero (Furnarius rufus), encabezando la lista. Otras aves no passeriformes comunes son el carpintero campestre (Colaptes campestris), el carpintero real (Colaptes melanolaimus), palomas, picaflores y muchas otras especies que le otorgan al área un valor ornitológico ponderable. No se ha obtenido bibliografía que señale la composición de la herpetofauna y batracofauna del área prospectada.
Investigación y Textos: Gabriel O. Rodriguez
Ubicación
El área protegida prospectada está ubicada en el extremo norte de la Provincia de Buenos Aires, próxima a los límites con las provincias de Entre Ríos y Santa Fe y a la Ciudad de San Nicolás de los Arroyos, en jurisdicción del Partido de ese mismo nombre.
En el Parque “Rafael de Aguiar”, tan cercano a nuestra ciudad y con unas dimensiones tan importantes (unas 1.400 ha) podemos encontrar dos ambientes bien típicos: las barrancas y las islas (con bañados, albardones y lagunas).
El terreno que abarca es el indicado por las ordenanzas municipales N° 14 de 1959 (que dice “los terrenos situados al pie de las barrancas hasta el arroyo Yaguarón, desde calle Viale a calle lindante al circuito Automóvil Club San Nicolás, y la isla situada frente a la ciudad cabecera del partido, entre el cauce principal del río Paraná Guazú y el arroyo Yaguarón”), la N° 165 de 1960, y la N° 2576 de 1989.
Superficie
El Parque Rafael de Aguiar posee una superficie cercana a las 1.500 hectáreas.
Tiene por objetivo general propiciar y ser ámbito adecuado para la investigación científica y la preservación de las especies de flora y fauna que se encuentran en su espacio. El objetivo específico es conservar relictos de flora de la provincia fitogeográfica del espinal y las formaciones de la barranca del Paraná.
Relieve
El territorio bonaerense se enmarca dentro de la región pampeana, cuya característica principal es presentar una gran llanura formada por acumulación, predominantemente de sedimentos de origen continental. De origen marino, sólo se presenta una franja costera litoral, con una variedad de ambientes que le otorgan gran riqueza en su biodiversidad.
Tales fisonomías son grandes dilataciones de playas que se extienden por cientos de kilómetros, una zona de cangrejales que ocupa un gran sector de la Bahía del Samborombón y la albufera de Mar Chiquita que está rodeada por cordones medanosos y de conchillas. El manto sedimentario, generalmente recubierto por una capa de loess, es de espesor variable y se apoya sobre un basamento rígido que yace a diferentes profundidades, ya que se fracturó en bloques de comportamiento diferencial (Chiozza, 1982)). Esto dio lugar a la formación de la depresión tectónica que originó el Río Salado, conocida como Pampa Deprimida, que cubre un amplio sector del noreste provincial que en la parte oriental, en la desembocadura del mencionado río en la Bahía de Samborombón, donde la ya mencionada línea de dunas y elevaciones de conchillas obran como contenedoras del agua que circula hacia la costa rioplatense y favorecen la formación de lagunas.
Otra región se denomina Pampa Ondulada y se trata de un bloque levantado que se extiende al noreste del Salado cayendo con suave pendiente hasta el borde de la escarpada barranca que enmarca el valle del Paraná, sector en el que se sitúa la Reserva Rafael de Aguiar. Una característica de esta barranca que enmarca el valle del Paraná es que en parte está en contacto directo con el lecho del río- lo que se denomina barranca viva- y en otros sectores se encuentra separa de este por una terraza baja constituida por el propio río o sus afluentes (Chiozza, 1982).
El nombre deriva de una serie de ondulaciones resultantes del modelo impreso por la gran cantidad de ríos y arroyos que excavaron en el pasado amplios valles aterrazados por lo que escurren zigzagueantes y, a causa del movimiento de ascenso de la zona, entallando sus cauces en la terraza baja, sobre la que desbordan en ocasión de lluvias excepcionales con gran cantidad de lagunas y bañados que se sitúan en zonas circundadas por médanos. Al estar el sustrato impermeable muy próximo a la superficie se dificulta la infiltración y estos espejos de agua y pueden desaparecer por evaporación – al ser muy llana la región- o en caso de grandes lluvias provocar inundaciones. Otra región fisonómica es la planicie elevada o interserrana que se extiende hacia el oeste y sur de las anteriores y como su nombre los señala se caracteriza por una gradual elevación del terreno hasta formar serranías, pocos cursos de agua y presencia de lagunas salitrosas y de dunas.
En la zona de la Reserva prospectada de pueden distinguir dos regiones ambientales bien diferenciadas: la llanura aluvial del Río Paraná, que ocupa la mayor parte de la superficie y la zona de barrancas, donde hay vestigios de la bio-región del espinal (Giacosa, et al. 2000).
Hidrografía
La provincia de Buenos Aires tiene gran parte del norte de su litoral bañado por las aguas del Río de Plata, receptor de una gran cuenca fluvial y debe considerárselo como una continuidad morfológica e hidrológica del Paraná y también recibe las aguas del río Uruguay.
Geológicamente, su lecho tiene una historia de ingresiones y regresiones marinas. En un primer momento penetraron las aguas del Atlántico formando un golfo marino que comprende actualmente parte del Delta del Río Paraná y todo el Río de la Plata. En el fondo de este golfo, de poca profundidad, desemboca un estuario de aguas salobres, del Paraná Belgranense, cuyos sedimentos afloran a los largo de la margen derecha del río Paraná (Castellanos, 1975). Con posterioridad a este acontecimiento – Pampeano Superior- los depósitos continentales avanzaron sobre este golfo y se formó el actual Delta del Paraná y su prolongación en el Río de la Plata. Y un tercer episodio geológico fue una trasgresión marina, denominada Querandina, que invadió el Delta del Río de la Plata, arrastrando las islas y dejando la configuración que vemos en la actualidad.
El Parque Rafael de Aguiar está influido por los arroyos Del Medio, Yaguarón, las lagunas La Quebrada, Laguna Larga – entre otras- y la cuenca del Río Paraná. Este inmenso río, se forma en territorio brasileño con la unión de los ríos Paranaiba y Grande. Podría dividirse su recorrido en tres tramos con características diferentes: el primero de ellos es el que corre entre la naciente y la ciudad de Posadas. Este sector se caracteriza tener una moderada pendiente, frecuentes saltos con rocas que afloran del lecho y se convierten en obstáculos que las aguas deben sortear, el curso es definido entre barrancas.
El segundo tramo es el que transcurre entre Posadas y Paso de la Patria y se distingue por presentar un brusco cambio de dirección hacia el oeste, una pronunciada pendiente y se forman islas – restos de basaltos – en su cauce. El último sector aproximadamente es el que va desde la ciudad de Paso de la Patria hasta su desembocadura en el Plata. Al tercer tramo se lo distingue por volver a tener escasa pendiente, la orilla oriental (entrerriana) es elevada presentando barrancas y a partir de la ciudad de Diamante gradualmente, mientras se aproxima a su desembocadura, comienza a formarse uno de los deltas más importantes del mundo.
La red hídrica tiene además gran influencia en la génesis de los procesos que afectan al área como la erosión hídrica y las inundaciones que cuando ocurren arrastran apreciables capas de suelo.
Clima
El territorio de la provincia de Buenos Aires está íntegramente ubicado en la zona de clima Templado. El gran litoral marítimo y rioplatense hace que las aguas ejerzan un efecto moderador sobre las temperaturas en la zona próxima a la costa. También esta proximidad con la basta superficie marina la hace receptora de vientos húmedos locales. No obstante, la principal influencia de las corrientes de aire es la que recibe por parte del anticiclón del Atlántico Sur y su carácter de gran llanura permite también la injerencia de otros vientos como el proveniente del oeste- conocido como pampero- que es fresco y seco y del polar del sector sur. Las temperaturas medias de mes de enero oscilan entre 25º C y 22ºC y las de julio entre 10º C y 7ºC, con amplitudes térmicas mayores en el sector oeste por su continentalidad (Chiozza, 1982).
Las lluvias se incrementan gradualmente desde el suroeste, con sólo unos 400 mm anuales, al noreste con más de 900 mm. Este conjunto de factores comentados precedentemente, permiten configurar cuatro tipos de climas Templados: húmedo al noreste, subhúmedo en la parte central, semiárido al suroeste y una cuarta caracterización que influye sobre las inmediaciones del Cabo Corrientes, que es el clima templado con influencia oceánica.
En el área protegida Parque Regional Rafael de Aguiar tenemos precipitaciones muy próximas a los 1.000 mm anuales y las temperaturas medias van de 25º C en verano a 10º C en invierno. Además el área presenta comúnmente neblina y bastante humedad (Giacosa, et al. 2000).
Investigación y Textos: Gabriel O. Rodriguez
Cómo llegar
Tomando como punto de referencia la ciudad de La Plata, capital provincial se arriba desde las principales ciudades del país por las rutas que se indican a continuación:
1) Desde el sur del país, las capitales de las provincias de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut y Río Negro la ruta de acceso directo es la RN N† 3, hasta Cañuelas, donde girando a nuestra derecha- este- tomamos la RP 6 hasta La Plata.
2) Desde Neuquén una de las opciones es circular por la RN 22 hasta bahía Blanca y desde ésta continuar por la RN 3.
3) Desde Mendoza debemos tomar la RN 7 y luego de ingresar a la Capital Federal se circula por la Autopista 6, que se continúa al final de su recorrido con la que va a la ciudad de La Plata.
4) Partiendo de cualquiera de las siguientes ciudades : San Salvador de Jujuy, Salta, San Miguel del Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba, la RN N† 9 nos conduce en forma directa a la Avenida general Paz, límite de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, la que a su vez tomándola hacia el sur en poco recorrido los carteles no marcan el acceso a la Autopista Urbana 6, que se continúa en la que une Buenos Aires con La Plata, como ya se indicó precedentemente.
5) Desde las provincias litoraleñas- ciudades de Posadas, Resistencia-Corrientes y Paraná la RN 12 arriba en la proximidad de la ciudad de Zárate a la RN N† 9 y desde ahí se sigue como se indica en el apartado anterior.
Partiendo de la capital provincial se toma la Autopista Buenos Aires-La Plata hacia la primera de las ciudades nombradas y se continúa por la AU 6 hacia el oeste. En la bajada de la Avenida General Paz se circula por esta hasta el Acceso Norte o RN N† 9 y tras recorrer unos 230 kilómetros llegamos a San Nicolás de los Arroyos.
Recursos culturales
Al mencionar los recursos culturales del Parque Regional Rafael de Aguiar, muy próximo a la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, bien puede hacerse referencia a los múltiples episodios que se sucedieron es esta renombrada ciudad. Pero estos aspectos se comentan en una apretada síntesis en el ítem que dedicamos a las alternativas turísticas del área y en este espacio se comenta los aspectos relacionados con los primeros habitantes de estas comarcas.
Los habitantes originarios de las llanuras pampeanas estaban formados por distintas parcialidades, conocidos genéricamente como pampas en virtud de ocupar los territorios que por su característica de gran llanura de denomina de esa manera. Hacia mediados del siglo XVI estos habitantes fueron influidos por lo araucanos, pueblo que prevenía de la región andipatagónica, y extendió sus territorios hasta el territorio bonaerense. Los que se instalaron en la zona más septentrional son los llamados pehuenches y en la parte sur estuvieron los guénaken, culturas a las que se hace referencia más en extenso en el mismo ítem de la Provincia del Neuquén.
Pero los grandes desplazamientos humanos se produjeron en los siglos posteriores cuando el extraordinario desarrollo del ganado cimarrón en las pampas, atrajo hacia ellas núcleos importantes de indígenas que poco a poco, por alianzas militares, matrimonios y simples intereses comunes cambiaron el panorama ético del territorio. Los mencionados pampas, con el correr del tiempo sufrieron el fenómeno conocido como araucanización, es decir, la gran expansión de los araucanos y su cultura logra el amalgamiento y posterior casi desaparición de los pampas. La ocupación de esos pueblos sureños fue el factor decisivo de la confusión en el estudio étnico de estas tribus como también en la nomenclatura de las parcialidades. No obstante durante mucho tiempo los pobladores del su Córdoba, San Luis y Buenos Aires siguieron utilizando el nombre de pampas para referirse a los habitantes de estas comarcas.
Respecto a la forma de vida de los llamados pampas se puede comentar que como medio de subsistencia utilizaron la a la caza del ciervo de las pampas o venado, que se practicaba a pie mediante corridas y luego eran ultimados con arcos y flecha y las boleadores, elementos que también formaban parte de sus armas bélicas. Con el cuero de estos animales construían sus viviendas y su indumentaria, de la que formaba parte el conocido quillango que cumplía la función de abrigo. Trabajaron la piedra con la que confeccionaban sus puntas de flechas y raspadores para el preparado de las pieles y también se encontraron elementos que se presume eran utilizados como martillos y también cuchillos. Conocieron la alfarería probablemente asimilada de los querandíes, que ocupaban oriental.
Estos últimos ocuparon el territorio comprendido entre el río Carcarañá, Santa Fe, y los ríos Salado y Saladillo – ya en territorio bonaerense-. Y por el este se expandieron hasta las costas de Paraná, donde ya se ubicaban los guaraníes en su dispersión más austral.
También practicaban una economía de subsistencia consistente fundamentalmente en la caza y la pesca y sus viviendas, supuestamente por los vestigios encontrados por los españoles, era de cueros de coipo. Estaban divididos en tribus mandadas por un cacique y capitanejos secundarios. Se desconocen sus creencias religiosos y costumbres funerarias.
Respecto a las investigaciones arqueológicas, la provincia de Buenos Aires hizo importantes aportes a través de numerosos yacimientos encontrados en distintas localidades. Entre éstas se destacan Miramar, Monte Hermoso- localidades estudiadas por el célebre científico don Florentino Ameghino-, Tandil y otras de menor importancia.
Ecoturismo
Bien merece ser visitada esta hermosa ciudad bonaerense – San Nicolás de los Arorros- muy próxima al Parque Regional Rafael de Aguiar y al límite con la provincia de Santa Fe. Posee infraestructura para alojar al visitante que decida orientar su periplo hacia estos pagos, con restaurantes, cines, teatros, una calle peatonal muy pintoresca y últimamente se convirtió en un importantísimo centro de devoción mariana. El 25 de septiembre de 1983, Gladys es la persona elegida para la primera aparición de la imagen de la Santísima Virgen, pero no existió ningún diálogo. El 28 de septiembre de ese año, por segunda vez se le aparece con los mismos colores que tiene ahora la Virgen del Rosario. El 7 de octubre cuando se aparece, Gladys le pregunta cuál es su deseo, entonces se borra la imagen y aparece un templo, por lo que se supone que María quería estar entre nosotros.
Ella concurre a comunicarle los hechos al Padre Carlos Antonio Pérez, que la escuchó con atención y prudencia y la invitó a esperar que los acontecimientos se encargaran de demostrar la autenticidad de los hechos. Al poco tiempo se decide la construcción del templo y hoy se convirtió en una de los centros de peregrinaje para honrar a la Santísima Virgen más importante del país.
Muchos acontecimientos históricos hacen de San Nicolás también “la Meca” del turismo de esta naturaleza. A continuación se hace una pequeña reseña de los mismos.
En 1819 el Congreso de Tucumán le otorga categoría de ciudad, al poblado de San Nicolás de los Arroyos, que allá por 1748 un comerciante santafesino, don Rafael de Aguiar, había dado lo primeros pasos para fundarlo. Adquirió gradualmente importancia y en un período fue cabecera del “Pago de los Arroyos”, que incluía un amplio distrito ocupado hoy por varios Partidos. Muchos acontecimientos históricos tuvieron como escenario a esta pujante ciudad. Uno de ellos fue el haber sido el lugar desde donde el General Manuel Belgrano, en 1810, partió con un reducido número de tropas a su campaña al Paraguay. Un año después, en 1811, se libra en sus costas un combate naval entre fuerzas criollas- al mando de Juan Bautista Azopardo- y los realistas al mando del capitán Jacinto Romarate. Después fue saqueada por los españoles y el 1820 presenció el enfrentamiento entre los caudillos Estanislao López de Santa Fe junto al entrerriano Francisco Ramírez contra las tropas del Directo Supremo Rondeau en la cañada de Cepeda, muy cerca de San Nicolás. En 1852 el General Justo José de Urquiza reunió a todos los gobernadores de la confederación – 14 provincias- y se firmó el célebre Tratado de San Nicolás que sentó las bases de la Constitución Nacional de 1853.
Muchos matices de su pasado le dan prestigio de ciudad histórica por antonomasia. Fue cuna de progreso, porque aquí funcionó el primer saladero de cueros del país, de aquí salieron por primera vez, allá por 1883 las primeras carnes congeladas desde el frigorífico La Elisa, del francés Eugenio Terrason. Fue la primera ciudad del interior que tuvo iluminación a gas, los primeros tranvías a caballo y el primer Colegio Salesiano de América, dado que San Juan Bosco, el fundador de esa institución, tuvo un anuncio de que debería instalar una base de su congregación en estas latitudes sudamericanas. La batalla de Pavón tuvo para San Nicolás especial repercusión, ya que luego de aquel combate librado el 17 de septiembre de 1861 y general Mitre ingresó a la ciudad con sus tropas, denomino calle de La Nación a una de sus arterias. Y muchos otros episodios históricos de distinta trascendencia no le permitieron pasar desapercibida y se convirtió en una pujante ciudad, de unos 140.000 habitantes con su puerto, importantes comercios, en una época no muy lejana fue un importantísimo centro siderúrgico del país.
Hay un hermoso balneario, lugares para practicar la pesca deportiva y la Reserva Regional Rafael de Aguiar, un predio para vincularse íntimamente con la naturaleza y practicar el trakking, la observación de las aves valiéndonos de binoculares -este hobby que hoy gana adeptos día a día – el contacto con la brisa que proviene del río Paraná, que tramite una frescura que renueva, una cámara fotográfica que detenga por un instante el paso de una cigüeña, el taladrar de un pájaro carpintero o esa puesta de sol que parece mágica, y toda otra actividad que nuestra mente receptiva de sensaciones pueda “robarle” a la naturaleza. Esta área natural protegida pretende amparar esos encantos para que muchos que pasen después que nosotros puedan seguir viéndolos, filmando o fotografiando, tal cual lo hicimos nosotros.
Problemas de conservación
La Provincia de Buenos Aires tiene un alto porcentaje de su superficie alterada por la implementación de campos de cultivos y ganadería -vacuna principalmente- con las modalidades de actividad intensiva y extensiva. Los espacios que conservan su ambiente natural son relictuales y de escasa superficie .Éstos se encuentran principalmente en algunos lugares del Delta del Paraná, zona de las Sierras de la Ventana, sector costero de la Bahía del Samborombón y el extremo sur, esa pequeña prolongación que presenta el territorio provincial que incursiona en la estepa patagónica.
La erosión del suelo es muy alta. Uno de los principales fenómenos que la provocan son las inundaciones periódicas, combinadas con la roturación de los campos, los cuales no se deja descansar suficientemente para la recuperación de su fertilidad. La presión económica obliga a los propietarios a descuidar las condiciones de su recurso natural, lo cual acentúa el deterioro futuro de los suelos.
Esta conducta realizada por miles de propietarios individuales ha transformado toda la región constituyéndose en un nuevo ambiente agroecológico, sobre el cual existen opiniones controvertidas en cuanto a su sustentabilidad en el largo plazo. Sobre lo que las opiniones son coincidentes es que este nuevo ambiente antropizado exige la aplicación de importantes cantidades de energía para que mantenga su productividad económica, habiéndose perdido ya gran parte de la biodiversidad original.
Por otra parte queda claro que desde la década de los 80 hubo un aumento gradual en las precipitaciones que facilitó la agriculturización de gran parte del oeste pampeano, a lo que se sumaron grandes inundaciones, donde la manifestación más palpable continúa con el incremento de nivel de la Laguna La Picaza, la cual corta la Ruta Nacional N† 7 en el noreste provincial. La medida inmediata para paliar el efecto de estas inundaciones fue la construcción de gran cantidad de canales, los cuales no siguieron una coherente red para el desagote de las aguas en épocas de exceso y una acumulación o reserva para épocas de escasez.
La acción eólica, es otro factor muy degradante de los suelos, sobre todo cuando quedan al descubierto en momentos que se está realizando la roturación y preparación para los cultivos. La capa superficial de materia orgánica es la primera que se vuela, empobreciendo rápidamente la tierra. En los últimos años se ha venido trabajando con una nueva modalidad denominada “labranza cero” donde se ha tenido mucho más cuidado en la cobertura del suelo, dando como resultado una menor erosión. Pero a pesar de estas previsiones no se ha logrado revertir la tendencia.
La introducción de especies exóticas como la liebre europea (Lepus europaeus) y del jabalí (Sus scrofa), por sólo nombrar las más perjudiciales para las zonas cultivadas, también contribuyeron a al estado de alteración ambiental.
A esto se suma que es la zona más poblada del país y como consecuencia de ello, la más antropizada (Bertonatti y Corcuera, 2000).
Fecha e instrumento legal de creación
El área prospectada fue creada mediante la sanción de la Ordenanza del Municipio de San Nicolás N† 14/59.
Luego modifican sus límites las Ordenanzas N† 165 del año 1960 y N† 257 del año 1989.
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Investigación y Textos: Gabriel O. Rodriguez
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