En este extraordinario lugar de la Patagonia, unos 200 km al norte de Comodoro Rivadavia, se encuentra la Estancia Bahía Bustamante. Tuvo su origen en la década de los 50 cuando don Lorenzo Soriano se aventuró en aquellos lugares en busca de algas que le permitiesen continuar con la fabricación de fijador de cabello.
Con una riqueza impresionante en fauna marina, esta costa cuenta con poblaciones de pinüinos de magallanes, cormoranes imperial, real y roquero, pato vapor no volador, gaviotas, gaviotines, lobos de mar de un pelo y elefantes marinos.
En fauna terrestre encontramos manadas de guanacos, zorrinos, zorros grises, ñandúes, martinetas, agachonas, varias rapaces, etc. Un lugar ideal para pasar las vacaciones y observar la naturaleza desde embarcaciones, o en paseos a caballo.
En este extraordinario lugar de la Patagonia, unos 200 km al norte de Comodoro Rivadavia, se encuentra la Estancia Bahía Bustamante. Tuvo su origen en la década de los 50 cuando don Lorenzo Soriano se aventuró en aquellos lugares en busca de algas que le permitiesen continuar con la fabricación de fijador de cabello.
Con una riqueza impresionante en fauna marina, esta costa cuenta con poblaciones de pinüinos de magallanes, cormoranes imperial, real y roquero, pato vapor no volador, gaviotas, gaviotines, lobos de mar de un pelo y elefantes marinos.
En fauna terrestre encontramos manadas de guanacos, zorrinos, zorros grises, ñandúes, martinetas, agachonas, varias rapaces, etc. Un lugar ideal para pasar las vacaciones y observar la naturaleza desde embarcaciones, o en paseos a caballo.
Bahia Bustamante – Pueblo Alguero & Estancia Patagonica.
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Secretaría de Turismo o la Dirección General de Conservación de Áreas Protegidas, dependiente de aquella, cuyo domicilio es: Av. 9 de Julio 280 , código postal 9103, Rawson, Chubut.
Delegación Técnica Regional Patagonia de la Administración de Parques Nacionales: Vice Almirante O´Connor 1.188, Casilla de Correo 380, (8.400) San Carlos de Bariloche. Río Negro, República Argentina Teléfonos: (029) 44-429727, 425436 y 433564.
Administración de Parques Nacionales sita en Av. Santa Fe 690, (1059) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, teléfonos 011- 4311-0303/8853/6633/
Flora
Flora continental
A pesar de tratarse de un área que protege principalmente un amplio sector marítimo, se incluye una reseña de la flora general de la provincia del Chubut dado que la zona prospectada abarca también un pequeño sector de costa donde hay algunas representaciones florísticas de la estepa patagónica y por cuanto al Parque Marino no se lo puede considerar algo aislado, sino que está rodeado de un entorno paisajístico conformado, entre otros elementos, por la flora.
Según la clasificación propuesta por Burkart, et al.(1999) elaborada para el Programa de Desarrollo Institucional Ambiental, coordinado por la Secretaría de Recursos Naturales de la Nación y la Administración de Parques Nacionales, en la provincia del Chubut se sitúan tres biorregiones bastante bien diferenciadas. Una angosta franja al este que corre de norte a sur ocupa la biorregión de los bosques patagónicos; luego un espacio semejante a un rectángulo, que ocupa menos de un cuarto del territorio, en el extremo noreste, corresponde a la biorregión del monte de llanuras y mesetas y el resto de la Provincia- un alto porcentaje de su territorio- se incluye en la biorregión de estepa patagónica.
La primera de las regiones mencionadas está compuesta por bosques densos pero con poca variedad de especies, las que varían según las regiones. En el norte crecen bosques de pehuén o araucaria (Araucaria araucana) que puede superar los 40 m de altura y se sitúan entre los 900 y los 1.800 m.s.n.m. El maitén ( Maytenus boaria) y el ciprés de la cordillera ( Austrocedrus chilencis) ocupan zonas más secas del norte y crecen en la transición con la estepa patagónica. En el parte más oriental de la cordillera se desarrollan los bosques de cipreses y de otros árboles caducifolios, y la lenga (Nothofagus pumilio) y el ñire (Nothofagus antarctica) son conspicuos. Donde el clima es más húmedo hace su aparición el coihue (Nothofagus dombeyi). En los lugares con mucha humedad crece el alerce (Fitzroya cupressoides) y en muchos lugares estos árboles están acompañados por gran cantidad de arbustos, enredaderas, líquenes y musgos que le otorgan en verdadero aspecto selvático. La zona que ocupa la biorregión estepa patagónica, está compuesta por vegetación que posee adaptaciones para sobrevivir con fuertes vientos y escasez de agua. Predomina una vegetación muy rala y baja, con grandes superficies de suelo desnudo.
Las vegas o mallines, esas depresiones que conservan siempre un poco de agua, se ven siempre verdes con hierbas de distintas especies denominadas comúnmente junquillos. La parte esteparia presenta arbustos bajos, que crecen en forma de cojines, con hojas pequeñas y, en general, estructuras que hacen más soportable el intenso viento que azota a toda la Patagonia en general. Así vemos al neneo (Mulinum spinosus), arbusto común es la estepa, con hojas muy pequeñas, lo mismo que el coirón (Stipa sp. o Festuca sp.), nombre que se le da a varias especies de gramíneas que tienen en común la característica de desarrollarse en matas bajas, muy juntas entre sí, mayormente con hojas enrolladas y provistas de puntas agudas.
En la provincia del Chubut decíamos que una superficie de forma de rectángulo ubicada en el nordeste de la Provincia, se clasificada como ecorregión del monte. La vegetación de esta región esta caracterizada por la presencia de las jarillas de varias especies (Larrea divaricata, Larrea ameghinoi, Larrea nitida) como uno de los componentes más conspicuos dentro del estrato arbustivo. A estas las suelen acompañar especies como la chilladora (Chuquiraga hystrix), el quilembay o quilimbay (Chuquiraga avellanedae), el caballo del diablo, barba de chivo o manca caballo, entre otros nombre que se le asignan (Prosopidastrum globosum),el yaollín o yoahín (Lycium chilense), el piquillín (Condalia microphylla), la llamada en algunos lugares monte negro (Bouganvillea spinosa) y el alpataco (Prosopis alpataco). También se desarrollan algunas gramíneas similares a las que aparecen en la zona de la estepa como los denominados coirones.
Flora marítima
Las algas son las principales vegetales de las costas marinas. Algunas forman verdaderos mantos que generalmente tapizan las costas rocosas, muchas veces con hermosos colores debido a los pigmentos que se hallan en sus células. Según el tipo de pigmento o combinación de éstos son las algas de distinta coloración lo que permite su clasificación: azul-verde, verde, parda y roja o amarillo –verde.
En el sector que nos ocupa existen gran cantidad de algas pardas, denominadas “cachiyuyo” que cubren amplias extensiones en las proximidades de las costas. El territorio marino también posee una división fitogeográfica, aunque más sencilla que las divisiones continentales. Son cuatro las provincias fitogeográficas en las que se lo divide según Cabrera (1994): las Oceánicas Uruguayo-Bonaerense, Patagónica, Fueguina y la Antártica, clasificación basada en el tipo de algas que ocupan el suelo marino.
En la zona comprendida entre los límites de la alta y baja marea, llamado piso mesolitoral, habitan algas de tamaño reducido, por debajo del límite inferior, llamado piso infralitoral, se desarrollan, por el contrario, algas de gran tamaño como el mencionado cachiyuyo (Macrocystis periferia), que se extienden hasta los 30 o más metros de profundidad. Y en el límite superior del piso mesolitoral comienza el supralitoral, que incluye toda la zona costera muy próxima al comienzo del agua en pleamar y más alejada en bajamar.
Las algas se fijan generalmente en las rocas del fondo marino pero no descartan utilizar como bases de asentamiento a valvas de caracoles, de bivalvos, cangrejos u otras macroalgas (De la Vega, 2000). Los géneros de algas más comunes que habitan esta zona del Atlántico son Ulva, Enteromorfha, Lessonia, Macrocystis entre otros. En zona costeras marinas crecen pastos que se adaptaron al agua salada e incluso se ven a veces cubiertos por agua, siendo las especies de los géneros Spartina y Salicornia las más conspicuas.
Las temperaturas bajas de la costa patagónica, conjuntamente con la escasez de lluvias en sus áreas costeras semidesérticas y el gran desarrollo horizontal de los niveles intermareales y submareales costeros, proveen una variedad de ambientes muy favorables para el desarrollo de diversas asociaciones fitobentónicas.
La flora marina bentónica de la costa de Argentina comienza donde la disminución de la influencia del agua dulce del Río de La Plata y la oferta de sustrato duro hacen posible la colonización. A lo largo de la costa de Buenos Aires las asociaciones locales de algas muestran limitación en su desarrollo por falta de sustratos duros extendidos y por la baja penetración de la luz debido al exceso de sedimentos.
Existe mayor cantidad de información para Chubut sobre la composición de las asociaciones marinas bentónicas y de las algas en especial, que la que hay para Buenos Aires y Río Negro. De acuerdo a Boraso de Zaixso et al. (1996) en el submareal del Golfo San Jorge, la asociación de Dictyota dichotoma es la asociación de algas predominante, la misma cubre un área aproximada de 30% de la superficie del golfo en profundidades inferiores a 10 m, sobre sustratos duros o en fondos muebles con gránulos. La asociación de Medeiothamnion flaccidum -Polysiphonia spp. está ubicada principalmente en la costa este del golfo sobre un área aproximada de un 2% de la superficie del golfo, a profundidades entre 30 y 40 m en sustratos con dominancia de arenas muy finas a finas, y con baja transparencia del agua. La asociación de Codium vermilara- Bryopsis sp. ocupa un área del 7% de la superficie del golfo y se ubica hacia la zona SE del mismo, a 10-30 m de profundidad, sobre sustratos con dominancia de arenas finas. La asociación de Hymenena laciniata ocupa un área del 6 % de la superficie del golfo y se ubica principalmente en su costa sur, a profundidades entre 10 y 20 m y en fondos blandos con presencia de fauna, la que actúa como sustrato.
Boraso de Zaixso y Zaixso (1996) describen las asociaciones intermareales del mismo golfo: “En los niveles altos e intermedios de la zona intermareal se desarrolla en algunos sectores de la costa chubutense Cladophora falklandica, mientras que en las de los niveles inferiores del intermareal abunda Ulva rigida y Polysiphonia brodiaei. Sobre Corallina officinalis se observan Leathesia difformis, Colpomenia sinuosa y Adenocystis utricularis. Estacionalmente abundante se ha observado Myriogloia major. En la zona entre el intermareal y el submareal y en bordes de canalizos y piletas de marea de niveles bajos se observan ocasionalmente talos de Bryopsis australis. En los niveles superiores del submareal suele observarse una franja de Rhodomelaceae, dominada por Polysiphonia abcissa y Streblocladia camptoclada. En el submareal de Bahía Nueva se desarrollan comunidades de algas dominadas por Codium vermilara, y en menor medida por C. decorticatum, junto con Ulva spp. También se observa Gracilaria gracilis, fuertemente epifitada a veces, por Lomentaria clavellosa.
En la última década ha ocurrido la introducción involuntaria frente a Puerto Madryn de Undaria pinnatifida (Casas y Piriz, 1996). Dentro de Golfo Nuevo, ubicados más al norte del área prospectada, en Bahía Cracker, se desarrolla uno de los núcleos de una población de Macrocystis pyrifera, mientras que hacia el centro de la costa de Chubut, en Bahía Camarones, la comunidad fitobentónica del bosque de Macrocystis incorpora a Gigartina skottsbergii, que es parte importante del estrato medio del bosque.
En las bahías Arredondo, Melo y Bustamante ubicadas al norte del Golfo San Jorge, se desarrollan las praderas de Gracilaria, las mismas se encuentran principalmente sobre fondos muebles y son elementos de esta asociación Ulva lactuca, Desmarestia aff herbacea, y, en bajas cantidades, Desmarestia patagonica y Ulvaria obscura”. En la ya nombrada Bahía Camarones y en la Bahía Bustamante se observa una fuerte invasión de Undaria, la que es recolectada con fines comerciales.
“En el intermareal del centro del Golfo San Jorge dominan usualmente las praderas de Enteromorpha spp y las superficies cubiertas por mejillines, usualmente con parches de Porphyra columbina, Stictosiphonia hookeri, Scytosiphon, Punctaria y Nothogenia. En los niveles intermareales inferiores domina Corallina officinalis acompañada por Cladophora, Ulva, Adenocystis, Bryopsis, Codium, Chondria, Leathesia, Colpomenia, Spongomorpa y Urospora. En los niveles superiores del submareal y en piletas de mareas se encuentran elementos de la asociación de algas de los bosques de Laminariales, especialmente Lophurella, Cladostephus, Stypocaulon, Aphanocladia, Rhodymenia, Desmarestia, Bossiella, Plocamium y una gran variedad de Ceramiaceae y Ectocarpaceae epífitas. Entre las Delesseriaceae dominan Hymenena y Schizoseris. Plantas pequeñas de Macrocystis crecen no solo en el intermareal sino también en los bordes de los canalizos que cortan el sustrato del nivel intermareal, mientras que plantas más grandes se observan creciendo junto con Lessonia y coralináceas incrustantes en los canalizos más profundos”.
También en el mar patagónico hay especies endémicas como Streblonema patagonicum, Myrionena patagonicum (feolíceas), Cladophora falklandica, Spongomorpha oscilada (clorofíceas) y rodofíceas como Colacodasya incospicua y Acanthococcus antarticus (Cabrera y Willink, 1980).
Investigación y Textos: Gabriel O. Rodriguez
Fauna
Invertebrados marinos
La gran área natural protegida que analizamos en este informe posee una biodiversidad faunística destacable por comprender ambientes tan distintos como la parte continental y la marítima. Esta última, a su vez, posee distintos ecosistemas: desde el punto de vista biológico el mundo marino está compuesto por dos grandes partes que corresponden a ambientes naturales diferentes: el sector pelágico – aguas más superficiales- y el que está formado por el fondo de mar o sector béntico.
La primera de las divisiones sedenomina zona nerífica, es decir donde la profundidad del fondo marino es menor de 200 metros y la siguiente sectorización se conoce como zona oceánica que incluye las aguas que se hallan donde el fondo está a más de 200 metros.
La división béntica presenta un sistema litoral que se extiende desde donde la espuma de las olas llega sobre la playa hasta donde el mar tiene una profundidad de 200 metros y un sistema de la mar profunda que corresponde a la parte del fondo oceánico de profundidad mayor de 200 metros (Caja Nacional de Ahorro y Seguro, 1975). Luego debemos considerar la zona intermareal, la costera y de acantilados y la parte continental que en este caso sólo está afectada por la Ecorregión Estepa Patagónica.
Cabrera (1994) considera una Región Oceánica que divide en varios Dominios, denominando “Oceánico Magallánico” al próximo a las costas patagónicas. Este, a su vez, se divide en tres provincias siendo la “Oceánica Patagónica” la que afecta al área tratada.
A la diversidad de fauna que presenta un área que sólo cubre zona terrestre y costera se debe agregar una importante cantidad de zooplancton, invertebrados marinos, peces, mamíferos marinos (cetáceos y pinnípedos), y aves que sólo habitan los mares como algunas especies de albatros y petreles que en muy pocas ocasiones se acercan a los continentes.
Pocas especies del zooplancton son abundantes. De las 15 especies de foraminíferos planctónicos registradas en muestras obtenidas en el Atlántico Sur, entre los 34 y 60° Sur, sólo dos representaron el 75% de los individuos totales. Otro dato que podemos consignar es que el 20% de las 7.000 especies de zooplancton marino descriptas en el mundo se registraron en las aguas de las corrientes de Malvinas y de Brasil (Fundación Patagonia Natural, 2008).
La biodiversidad de invertebrados marinos en esta región es muy rica, y resulta vital ya que cumplen un rol muy importante en los ecosistemas y en sus redes tróficas. Los grupos de invertebrados más comunes son los moluscos – conocidos como caracoles, almejas, mejillones, ostras, pulpos, y calamares-, los crustáceos – entre los que se encuentran los cangrejos, langostinos, camarones y langostas de mar-, los equinodermos que incluyen a las estrellas de mar, erizos de mar y pepinos de mar, además de diferentes grupos de gusanos marinos, medusas y pólipos (Bigatti, 2008). Continua diciendo el mencionado autor: “Los invertebrados marinos suelen reproducirse y dispersarse como larvas de vida libre, estableciéndose como juveniles y adultos de poca movilidad, aunque también existen especies que nacen de huevos y se desplazan considerablemente. Por lo general viven sobre el fondo (bentónicos) y pueden formar agregaciones de individuos denominados bancos”.
Los estudios puntuales realizados en localidades de la costa patagónica revelan detalles de la riqueza de especies de invertebrados y de su abundancia: En el intermareal rocoso de sitios expuestos al oleaje en la costa patagónica argentina, la abundancia de invertebrados sobre bancos de mejillín fue de aproximadamente 600 anémonas, 200 cirrípedios, 200 lapas, 100 quitones y 80 estrellas de mar por metro cuadrado.
En las aguas chilenas del estrecho de Magallanes se identificaron 301 especies de invertebrados. Los grupos con mayor número de especies fueron las lombrices de mar, los crustáceos y los moluscos gasterópodos. En bahía San Sebastián (Isla Grande de Tierra del Fuego, Argentina) se encontraron 113 especies de macro-invertebrados del fondo marino. (Bigatti, G., Marzinelli, E.M. y Penchaszadeh, P. E. (2008).
Algunas especies de moluscos y crustáceos son muy valoradas para la alimentación humana y se las captura para comercialización en forma significativa Algunas especies de invertebrados se encuentran solo en el Mar Patagónico (especies endémicas).–Extraído de “Síntesis del estado de conservación del Mar Patagónico y áreas de influencia “editado por Fundación Patagonia Natural en el marco del Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia (2008)–.
• “Existen 44 especies de crustáceos decápodos endémicos del Atlántico Sudoccidental, entre las latitudes de Río de Janeiro y Tierra del Fuego. Nueve especies de centollas son exclusivas del extremo meridional de América del Sur.
• Unas quince especies de caracoles de la familia Volutidae se consideran endémicas del Mar Patagónico. El caracol predador Olivancillaria contortuplicata posee una distribución restringida a la costa uruguaya.
• El bivalvo gigante Panopea abbreviata es endémico de las costas desde Río de Janeiro hasta los 48º Sur. En el interior de este animal habita un gusano nemertino comensal que ha sido registrado solo en los golfos norpatagónicos.
• El Banco Burdwood, al este de la Isla de los Estados, tiene áreas con gran abundancia y diversidad de especies posiblemente endémicas y particularmente vulnerables a la pesca de arrastre. Las centollas endémicas ya mencionadas habitan en las proximidades.
• En la provincia biogeográfica Magallánica se han identificado veintiséis especies de isópodos endémicos, de las cuales veintidós se han encontrado en las cercanías del Banco Burdwood.
• Se han encontrado doce especies de moluscos bivalvos endémicas del archipiélago de las Islas Malvinas y el Banco Burdwood ”.
Entre los moluscos gasterópodos son comunes y se destacan por su embeleso el caracol violeta (Adelometon ancilla) que luce además del color que le da nombre otras tonalidades muy llamativas; el tegula (Tegula patagonica) color rosado y de pequeño tamaño, sólo unos 2 cm mide la concha; el caracol globoso (Buccinanops globulosus) de singulares forma y coloración; la vieira patagónica (Aequipecten tehuelchus) que se clasifica como molusco bivalvo y su caparazón puede alcanzar los 9 centímetros de longitud.
Las estrellas de mar y los erizos – equinodermos- son animales marinos bastantes conocidos tal vez más por la “rareza” de sus formas que su vistosidad y son conspicuas en el mar patagónico dentro de este grupo las siguientes especies: la estrella púrpura (Cycethra verrucosa) muy vistosa por su color; la curiosa estrella de seis brazos (Allostichaster capensis); el erizo de mar verde (Arbacia dufresnill) y el erizo de mar rojo (Pseudechinus magellanicus), entre muchas especies más.
Otro grupo bastante común de invertebrados marinos lo constituye el de los cangrejos – algunos se los considera artrópodos y a otros crustáceos-, siendo conspicuos en las costas chubutenses el cangrejo peludo (Peltarion spinosulum); el cangrejo nadador (Ovalipes trimaculatus) y el cangrejo araña (Leurocyclus tuberculosus). Del grupo de los cnidarios se suelen ver con asiduidad la anémona pedunculata (Metridium senile); la denominada medusa grande (Chysaora plocamia) cuyos brazos pueden llegar a medir hasta 4 metros de largo; son conspicuos los coralimorfos (Corinactys carnea) que forman grandes colonias y del grupo de los ctenóforos es habitual ver al tenóforo común (Mnemiopsis leidyi) de tono blancuzco a casi transparente.
Ictiofauna marítima patagónica.
Para el desarrollo de este tema transcribiremos parcialmente el texto del trabajo elaborado por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero Titulado “Peces Marinos de Argentina”, cuya autoría corresponde a M.B. Cousseau y R.G. Perrotta (2004). En primer lugar se indica que para hacer referencia a la distribución de los peces es necesario señalar en que tipo de ambientes marinos desarrollan su vida. En este sentido los hay bentónicos que son los se desarrollan en los fondos y, por el contrario, se dice pelágicas a aquellas especies que habitan las aguas superficiales. A su vez se dice que una especie tiene hábitos dermesal-pelágicos cuando efectúan desplazamientos hacia aguas de menor profundidad y dermesal-bentónicos cuando se mueven hacia el fondo.
“En la Argentina, los peces pelágicos más importantes desde el punto de vista pesquero son la anchoita, la caballa, el bonito, la anchoa de banco y el pez limón…”. “Merece un comentario en especial la anchoita, por ser la más abundante. Está presente en toda la plataforma hasta los 48º S y es alimento de la mayoría de los organismos ictiófagos de la región”.
Para la otras tres categorías de ambientes citadas los autores del trabajo que seguimos hacen referencia a adoptar el criterio propuesto por Angeleusco y Preski (1987) los que distinguen cinco zonas pesqueras en las costas argentinas. De ellas afectan al área protegida dos regiones: “Conjunto de las plataformas interna y externa de los sectores bonaerense y patagónico hasta los 48º S…”.
“La especie dominante es la merluza común, cuya abundancia relativa varía de acuerdo a la profundidad y a la época del año. Le siguen, en cuanto a presencia en el área, el abadejo, el tiburón espinoso, la pintarroja, la castañeta y varias especies de lenguados y nototenias. Otras especies propias del área conforman un grupo norteño, de aguas más profundas, representados por el el rubio, una especie de congrio, la viuda y granaderos, y otro norpatagónico, de profundidades menores a los 150 m, que comprende el salmón de mar, el pez palo, el pez gallo y el pez ángel”.
“En los límites de este ecosistema aparecen especies de los conjuntos lindantes: algunas del conjunto costero bonaerense, como la pescadilla de red, y otras de los conjuntos 4 y 5, como la merluza de cola, la polaca y el bacalao criollo”.
Aves marinas y costeras
En la zona norte del golfo San Jorge donde se encuentra el área natural protegida prospectada, la que incluye unos 100 km de costa y algo más de 40 islas más o menos próximas a la costa, existe una riqueza de aves marinas y costeras muy significativa. Alberga más de 13 especies (son 16 las que lo hacen en todo el litoral argentino) las que se reproducen en 116 sitios (Gandini y Garitano, 2007). La misma fuente, haciendo referencia al trabajo de relevamiento publicado por P. Yorio y F. Quintana (2005) señala: “Estos y otros trabajos realizados anteriormente con la participación de investigadores provenientes de distintas universidades y centros regionales de investigación indican que en el norte del Golfo San Jorge se reproduce un 40 por ciento de toda la población argentina de cormoranes de cuello negro, un 25 por ciento de la pingüino de Magallanes e igual porcentaje de los cormoranes imperiales. Por otra parte, especies como la gaviota de Olrog y el petrel gigante del sur, que nidifican en el área, presentan estatus de conservación “vulnerable” y otras como el pato vapor cabeza blanca son exclusivas de este sector de costa”. Los nombrados autores también indican que un 80 por ciento de la población de petreles gigantes del sur se reproduce principalmente en las Islas Arce y Gran Robredo. También son importantes por hospedar a muchas aves las islas Melo, Tova-Tovita, Lobos, Vernacci e islas Viana (Yorio, et al., 2005).
Son varias las especies de aves migratorias que utilizan esta zona como lugar de paso para alimentarse y seguir sus prolongados viajes. Entre las mismas se destaca el grupo de los chorlos (O. Charadriformes) donde algunas especies vienen desde el Hemisferio Norte como ocurre con el chorlo pampa (Pluvialis dominica), el chorlito vuelve piedras (Arenaria interpres), el chorlo trinador (Numenius phaeopus), el chorlito unicolor (Calidris bairdii), el chorlito enano (Calidris pusilla) y el de patas amarillas (Tringa flavipes) y el chorlito de doble collar (Charadrius falklandicus) que es migrador dentro de Sudamérica.
Mamíferos marinos
La presencia de importantes apostaderos de de lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens) y de dos pelos (Arctocephalus australis) le otorgan al Parque Interjurisdiccional Marino un rol más importante aún para la conservación.
En la porción boreal del golfo San Jorge viven cerca de 9.800 lobos marinos de un pelo (12% de la población patagónica), repartidos en 20 asentamientos. y la mitad de nuestros lobos peleteros o de dos pelos fijó residencia en la isla Rasa, una de las 39 que salpican el área (Cinti, 2008). Hay otros pinnípedos cuya presencia es ocasional como ocurre con el leopardo marino (Hydrurga leptonyx), la foca cangrejera (Lobodon carcinophagus), la foca de Weddel (Leptonychotes weddelli), algunas de estas especies tienen distribución cosmopolita y otras son de regiones más meridionales, Antártica por ejemplo, y circunstancialmente puede producirse algún avistaje de las mismas (www.patrimonionatural.com, consultada julio de 2010).
Del grupo de las ballenas se destaca la presencia en un período del año – los machos, las hembras lo hacen cada tres- de la ballena franca austral (Eubalaena australis). En el año 1984 se sanciona la Ley Nacional N° 23.094 por la cual se declara a la mencionada especie Monumento Natural Nacional, con los que se garantiza su protección absoluta. De la misma forma que ocurría con los pinnípedos, en las ballenas también encontramos especies conspicuas como la ballena franca austral y otras que pueden ocasionalmente acercarse a las costas chubutenses y, por ende, al Parque Interjurisdiccional Marino. Ellas son: la ballena Bryde (Balaenoptera edeni), la ballena minke (Balaenoptera acutorostrata), la ballena azul (Balaenoptera musculus) el mamífero más grande entre los sobrevivientes, el rorcual común (Balaenoptera physalus) y la ballena jorobada (Magaptera novaengliae), estando las tres últimas especies nombradas con estatus de Vulnerables, según la UICN (1996). La ballena franca pigmea (Caparea marginata) es de muy rara aparición.
Dentro de Orden Cetácea habría un total de 22 especies, cuya probabilidad de acercarse a las costas patagónicas de muchas de ellas es remota (orcas, delfines, tonina, zifios, marsopas y cachalotes). Hay una pequeña población de orcas (Orcinus orca) que se observa desde las costas del sur de la provincia de Buenos Aires hasta el norte de Chubut, pero no lo es en forma habitual.
Decíamos que desde el punto de vista de la conservación es importante la presencia de colonias de lobos marinos de dos pelos o lobo fino (Arctocephalus australis), que difiere del un pelo por tener menor tamaño, el hocico más puntiagudo, con un pelaje tupido de doble capa (de ahí proviene el nombre común) de con color marrón oscura en la parte dorsal y algo más claro hacia lo ventral, coloración que se oscurece mucho al estar mojado. Esta especie fue la que más sufrió la persecución por su piel llegando a considerársela en riesgo de supervivencia, situación que hoy ha cambiado- en la lista de la SAREM (2000) figura “de preocupación menor”- en buena medida gracias a la protección que se le brindó legalmente y con el establecimiento de áreas protegidas (www.patrimonionatural.com, consultada en julio 2010).
Fauna continental
La culebra andina (Tachymenis peruviana), la yarará ñata (Bothrops ammodytoides) y en la zona de la estepa patagónica los lagartos y lagartijas como el geko patagónico (Homonata darwinii), la lagartija (Liolaemus fitzingeri), el matuasto o chelko (Diplolaemus darwini), son algunos integrantes de la herpetofauna de Chubut.
Entre la batracofauna se destaca el sapo andino (Bufo spinolosus), la no hace mucho descubierta por la ciencia rana gárgola (Alsohdes gargola), la ranita de Darwin (Rhinoderma darwini), la rana verde austral (Hylorina sylvatica), el sapito cuatro ojos (Pleurodema thaud), el sapo del bosque (Bufo variegatus).
Algunas aves conspicuas de la estepa son el gaucho pardo (Agriornis murina), el choique o ñandú petiso (Pterocnemia pennata) y la martineta común (Eudromia elegans), la dormilona común (Muscisaxicola macloviana), el canastero de garganta negra (Thripophaga patagonica), la monjita castaña (Neoxolmis rufiventris), el torito pico negro (Anairetes parulus), la diuca común (Diuca diuca), el cabecita negra de corbata (Spinus barbatos o Carduelis barbatos según los autores), el pecho colorado grande (Sturnella loyca) y el yal amarillo ( Phrygilus carbonarus), entre muchas otras especies.
Entre las rapaces se citan como habituales al águila mora (Geranoatus melanoleucus), el gavilán ceniciento (Circus cinereus), el aguilucho cabeza negra (Buteo albicaudatus), el halcón peregrino (Falco peregrinus)
En la nómina mamíferos continentales el grupo más numeroso es el de los roedores. Sólo se hará mención de las especies más conspicuas o por el contrario, cuyas poblaciones son escasas u ostentan algún grado de amenaza como ocurre con la comadrejita patagónica (Lestodelphis halli), el moloso gris de orejas anchas o común (Tadarida brasiliensis), el zorrino patagónico (Conepatus humboldtii), la mara (Dolichotis patagonum)-Vulnerable-, el guanaco (Lama guanicoe), considerado Potencialmente vulnerable (Canevari y Balboa, 2003). Otras especies que están en le territorio chubutense son el gato del pajonal (Lynchailurus pajeros)- Vulnerable-, el gato montés común (Oncifelis geoffroyi), el puma (Puma concolor) ,el zorro colorado o zorro patagónico (Dusicyon gymnocercus), el zorro gris (Dusicyon gymnocercus) y el hurón menor (Galictis cuja). Recursos culturales
Investigación y Textos: Gabriel O. Rodriguez
Ubicación
La Estancia Bahía Bustamantel está ubicada en el sudeste de la provincia del Chubut, al centro del Golfo San Jorge. Su superficie abarca unas 80.000 hectáreas de campo y se encuentra cercano a unas diez islas pobladas de una abundantísima fauna marina.
Se accede por la Ruta Nacional 3, a la altura del kilómetro 1640 aproximadamente, unos 20 kiómetros al sur de Garayalde, pequeño poblado sobre la ruta. Allí se toma un camino de ripio, en buen estado, que luego de 35 kilómetros llega a la Estancia Bahía Bustamante.
Se transcribe a continuación parte de la normativa que define los límites: “El Parque lnterjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral abarcará la superficie terrestre, marítima -incluyendo el lecho y subsuelo marino- y aérea comprendida dentro de los siguientes límites:
a) La franja marina existente entre el punto conformado por paralelo 44° 54´ de Latitud Sur y la línea de más alta marea, y el punto conformado por el paralelo 44° 54´ de Latitud Sur y una (1) milla náutica medida desde la línea de más alta marea, continuando hacia el sur por la línea de más alta marea hasta una (1) milla náutica de la costa, hasta el meridiano 66° 43´de Longitud Oeste. Comprende también el área marina comprendida entre la intersección de los siguientes puntos geográficos: 45° 06´ de Latitud Sur y una (1) milla náutica contada a partir de la línea de alta marea, 45° 06´ de Latitud Sur y 66° 00´ de Longitud Oeste, 66° 00´ de Longitud Oeste y una (1) milla náutica contada a partir de la línea de alta marea. Incluye asimismo las islas comprendidas y adyacentes a la zona del Parque precedentemente delimitada, incluyendo las Islas Leones y Arce, y una (1) milla náutica en derredor de todas ellas.
b) La superficie terrestre abarcará una franja de mil quinientos (1500) metros paralela a la costa, contados a partir de la línea de más alta marea, comprendida entre el paralelo 44° 54´ de Latitud Sur hasta el meridiano 66° 43´ de Longitud Oeste.”
La costa abarcada aproximadamente es la que media entre la Caleta Carolina (poco más al oeste de la Isla Moreno) hasta el sector de costa que está frente a la Isla Quintano (en la parte sur de la Península Aristizábal).
Superficie
La Estancia Bahía Bustamante cuenta con una superficie de unas 80,000 hectáreas dedicadas principalmente a la cría de hacienda ovina.
Al estar dentro del Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral debe compartir los objetivos de la creación de dicho parque, que son los siguiente:
1) Mantener muestras representativas de los ecosistemas terrestres, costeros y marinos, que aseguren la continuidad de los procesos naturales.
2) Proteger el patrimonio paisajístico, natural y cultural.
3) Propiciar y facilitar investigaciones y monitoreos ambientales, como principales actividades asociadas de manejo.
4) Promover actividades sostenibles compatibles con la conservación del Parque.
5) Concientizar sobre la importancia de la conservación del área a los usuarios del Parque y a los habitantes de la región, a través de la interpretación y educación ambiental.
6) Garantizar el uso público del Parque, para contribuir al bienestar físico y espiritual de los visitantes, preservando sus atributos naturales y culturales para las generaciones actuales y futuras”.
Relieve
En la parte oceánica se distinguen tres sectores bien diferenciados: hay dorsales, que son las cadenas montañosas sumergidas, las fosas oceánicas que se presentan en el centro de la dorsal y son de origen tectónico. También hay fallas transversales que cortan a la dorsal y que se denominan fallas de transformación, dividiendo a la dorsal en segmentos. En ocasiones estas dorsales marinas se curvan y aparecen sobre la superficie terrestre formando archipiélagos.
Señala A. M. Véscovo (1982): “Dada la dispersión geográfica del territorio argentino, el fondo oceánico que enfrenta a las áreas continentales argentinas está formado por el correspondiente a las placas sudamericana y antártica. Un perfil topográfico trazado desde la cresta de la dorsal meso-atlántica hacia la costa patagónica mostraría una pendiente muy marcada cerca de la cresta de la dorsal, un relieve un poco más suave en sus laderas y una disminución de la irregularidad hacia el continente, donde una capa de sedimentos terrígenos, producidos por la erosión continental, puede nivelar por completo las formas iniciales, formando las llamadas “llanuras abisales”. En ellas el aporte de sedimentos se realiza sobre todo por las avalanchas que se originan en el talud continental, conformando verdaderas corrientes, cargadas de partículas en suspensión.
Desde los fondos abisales el relieve asciende suavemente, constituyendo la denominada emergencia continental, que es el área limítrofe entre la corteza continental y el fondo oceánico. Su ascenso brusco da comienzo al talud, de fuerte gradiente, que se interrumpe en la plataforma submarina o plataforma continental. Los tres integran el precontinente o margen continental.
La plataforma continental es una llanura de pendiente muy suave, que declina desde los cordones prelitorales hacia el talud, hasta profundidades rayanas en los 200 m, punto en que, por lo común, la pendiente cambia bruscamente. En el caso de la plataforma continental argentina del sector sudamericano esto no es así porque el gradiente es muy suave hasta la isobata de 500 m, envolviendo inclusive el área de las islas Malvinas y el banco Burwood.”
Costas
Los ríos que atraviesan la Patagonia desde la cordillera desaguan en el Atlántico que presenta una costa abrupta al caer las mesetas a pico formando acantilados de hasta 150 metros de altura, alternándose con sectores de playas. Estos acantilados suelen verse interrumpidos por valles fluviales que muchas veces se los ve secos y están, generalmente coronados por médanos. Se puede decir que presentan un perfil relativamente uniforme y la altura de estos impactantes paredones generalmente no desciende de los 100 metros y muchas veces se perciben los desmoronamientos producidos por el mar, que forman rodados y gravas, entre otros elementos menos conspicuos.
Donde la costa presenta rocas de mucha dureza como pórfidos, basaltos o granitos la fuerza de las aguas marinas no pudo desintegrarlas y quedaron en una situación avanzada respecto a las partes de sus costados de menor dureza. Es así como estas “salientes” reciben según las formas y características distintos nombres como caletas, bahías, estuarios, golfos, de las que la costa chubutense brinda un variado muestrario. No faltando áreas anegadizas.
Parte continental
Desde una mirada geológica se puede decir que el territorio chubutense esta asentado sobre el cratógeno de Patagonia, que aflora en algunos lugares, y que fue modelado por una serie de fenómenos geológicos de complicada trama. Hubo movimientos epirogénicos de ascenso y descenso con posteriores avances y regresiones marinas que dejaron abundante sedimentación alternada con estratos continentales. Junto con la actividad volcánica, a fines de la era Secundaria, se levantó el plegamiento de los Patagónides, formado en un geosinclinal al oeste de la Provincia, que sería precursor del movimiento más importante de la región: el plegamiento andino del Terciario que no sucedió de la misma forma en toda la cordillera.
En la parte correspondiente a la provincia del Chubut- y más allá de ese límite- se produjeron fracturas, elevaciones y descensos diferenciados, dislocamientos, hundimientos en cuyas depresiones, más tarde, se formaron grandes masas de hielo durante la glaciación pleistocénica que ocupó gran parte de la cordillera y que al retirarse dejó formados grandes lagos. Estos procesos dejaron configurado un relieve típicamente patagónico: mesetas y sierras, alternadas con bajos y cuencas lacustres a lo que habría que agregar las escotaduras de bordes redondeados que forman los golfos del litoral atlántico (Bernades,A.,1982).
A los fenómenos tectónicos se sumaron como elementos modeladores los que ocasionó la acción fluvial- valles y cañadones- y eólica al formar lo que se denomina lagunas de deflación. Luego, sobre este relieve, durante el Terciario, se extendieron coladas de basalto continuando el proceso de avance y retroceso marino.
Trataremos someramente las grandes unidades morfológicas que dejó plasmado en el relieve esta serie de complejos procesos geológicos.
En primer término corresponde mencionar la Cordillera de los Andes que no forma una línea continua, sino que incluye cordones trasversales y sierras bajas. Estos cordones se hallan separados por valles trasversales que tiene orientación este-oeste donde se formaron lagos glaciarios y valles fluviales.
Otra formación destacable del relieve son las elevaciones correspondientes al sistema Patagónides, cuya característica más destacable es la escasa altura de los cerros que promedian los 300 metros sobre el nivel del mar. Se desarrollan de norte a sur y están separados de los Andes por lo valles de los ríos Senguer, Genoa, Langiñeo y los ríos Chico-Chubut y aparecen algunas elevaciones en las mesetas.
Estas últimas constituyen otro elemento destacable del relieve y van formando “peldaños” que ascienden de este a oeste y algunas tiene amplias superficies planas – llamadas pampas – , mientras que otras poseen pequeños cerros o lomas. Por último vemos valles o los bajos descienden los cañadones, valles generalmente secos que corresponden a afluentes temporarios o a ríos hoy desaparecidos (Bernades, A., op. cit.). Los bajos están formados por lagunas, mayormente temporarias, siendo el Sarmiento el de mayor tamaño y en él se formaron dos grandes lagos como lo son el Musters y el Colhué Huapí.
Hidrografía
Para esta área debemos referirnos a Oceanografía
Es oportuno señalar algunas características del océano Atlántico que afectan por extensión a las aguas del litoral chubutense. Las amplitudes de mareas presentan grandes oscilaciones tendiendo a ser mayores hacia el sur, en la Provincia de Santa Cruz. En la zona de Puerto Madryn por ejemplo, en momento de sicigia, la amplitud llega a unos 6 metros aproximadamente y la salinidad al 34%.
La zona de contacto entre el mar y el continente se prolonga por debajo del nivel de las aguas a lo largo de una zona más o menos extensa cuyas características están vinculadas con el relieve sobre el nivel marino. Esta zona, cuya profundidad se acerca a los 200 metros, es lo que se conoce como plataforma continental. La morfología litoral y submarina tiene un rol muy importante en la determinación de los ambientes marinos, ya que ello influye en la temperatura, salinidad y turbidez de las aguas y en su cantidad de nutrientes que permiten el desarrollo de la vida. La zona litoral, es decir la que ocupa el espacio donde transcurre la bajamar y la pleamar, es adecuada para aquellas formas de vida adaptadas a vivir temporariamente en forma subacuática. Por debajo del nivel de la bajamar se observan dos zonas características: el nerítico (la parte que ocupa la plataforma continental) y el oceánico que juntos forman la zona pelágica, en cuya superficie o debajo de esta tiene lugar el proceso de la fotosíntesis. Mas allá de esta zona ya comienza el sector afótico, es decir, donde no llega la luz. El agua de mar tiene las propiedades físicas similares al agua pura pero con las modificaciones que producen en ella la gran cantidad de sales disueltas, así como la materia orgánica e inorgánica en suspensión y el continuo movimiento en que se halla.
Además de sólidos, gases, materiales orgánicos e inorgánicos, se encuentra en ella organismos vivos vegetales y animales que actúan sobre las sustancias en disolución y producen cambios en su composición. Además del oxígeno y el hidrógeno propios del agua, contiene cantidad de cloruro de sodio, cloruros y sulfatos de magnesio y potasio y carbonato de calcio. Además en disolución contiene los gases que forman la atmósfera que permiten la respiración de los peces y otros organismos. El color azulado se debe al fenómeno físico de la reflexión de determinada banda del espectro solar.
Además de las sustancias mencionadas hasta el momento, el agua marina posee numerosos componentes en pequeñas cantidades, como boro, aluminio, rubidio, litio, bario, yodo, hierro, cobre, selenio y varios más.
El Mar Argentino es un ecosistema sumamente productivo y presenta una diversidad biológica de gran valor que es la base del desarrollo de diversas actividades humanas. Entre estas cabe mencionar a la industria pesquera, la industria petrolífera, la actividad turística que en la Patagonia encuentra sus atractivos en las grandes colonias de mamíferos marinos y aves costeras, la maricultura que constituye una forma de manejo de gran potencial económico, el aprovechamiento de algas marinas para la elaboración de diversos productos industriales, entre otras. Se trata que toda actividad vinculada con los recursos vivos debe realizarse en el marco del desarrollo sustentable para asegurar su continuidad y conservación, motivo por el cual es necesario desarrollar investigación científico-tecnológica sobre el estado de las especies y elaborar propuestas racionales para su manejo que simultáneamente incorporen cuestiones biológicas y socio-económicas. Esto implica que el país debe tener un conocimiento acabado de los recursos vivos presentes en el Mar Argentino, incluyendo su clasificación taxonómica y demás información necesaria para poder valorizar estos recursos teniendo en cuenta todos los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos de la diversidad biológica.
Se transcribe a continuación una reseña de las características físicas del mar patagónico según se indican en el trabajo titulado “Síntesis del estado de conservación del Mar Patagónico y áreas de influencia”, Fundación Patagonia Natural (2008), en donde se cita a su vez a Piola, A. (2008); Parker, G. et al. (1997); Esteves, J. L. et al. (2000).
“La plataforma continental patagónica es la mayor planicie sumergida del Hemisferio Sur:
• En esta vasta región del océano Atlántico Sur se destacan la plataforma continental, la pendiente del talud continental que la bordea y un abismo amplio de miles de metros de profundidad: la cuenca oceánica Argentina.
• Las “áreas de influencia” que se encuentran funcionalmente conectadas con la plataforma, el talud y la cuenca oceánica están representadas por la región costero-marina de Uruguay, del sur de Brasil y los fiordos y canales del sur de Chile.
• La plataforma continental patagónica se extiende entre la costa y el talud continental y se ensancha hacia el Sur. Tiene un relieve de fondo llano, con escasa pendiente y bordes externos irregulares. Se trata de una de las planicies submarinas más extensas y menos profundas del planeta.
• La superficie de la plataforma se estima en 1.000.000 de km2. La profundidad es menor a 100 m en la mayor parte de su extensión. La pendiente media del fondo es muy suave: la profundidad aumenta un metro cada 1.000 m en dirección al talud (de Oeste a Este).
• En el borde exterior de la plataforma la profundidad es de 150 a 200 m. A partir de allí, la pendiente aumenta abruptamente hacia la cuenca oceánica argentina, generando el talud continental. Dos corrientes marinas, una fría (corriente de Malvinas) y otra templada (corriente de Brasil) determinan el funcionamiento del ecosistema.
• La “columna vertebral” funcional del ecosistema marino patagónico es la corriente de Malvinas.
• Las aguas frías, ricas en nutrientes de la corriente de Malvinas, circulan de Sur a Norte a lo largo del margen oeste de la cuenca oceánica Argentina.
• La corriente de Malvinas se origina como un brazo de la mayor corriente del océano mundial: la Circumpolar Antártica.
• La corriente de Brasil, de aguas cálidas y pobres en nutrientes, ingresa al Mar Patagónico desde el Norte, bordeando el talud, y avanza hacia el Sur hasta encontrarse con la corriente de Malvinas.
• Ambas corrientes entran en contacto en la zona de Confluencia o Transición, un sector amplio del Atlántico Sur cuya ubicación varía estacionalmente entre los 30 y los 46º Sur.”
Clima
La provincia del Chubut presenta dos sectores climáticos bien diferenciados y un tercero no tan distinto al de la zona oriental. Por un lado tiene un clima húmedo y frío al oeste de los picos más elevados de la cordillera y hacia el oriente de los mismos el clima es árido y con temperaturas más elevadas. El sector mencionado en primer término está muy influenciado por el Anticiclón del Pacífico, que provoca el choque de sus fuertes vientos contra las mayores elevaciones que al ascender inducen la formación de abundantes precipitaciones y nevadas, con registros que oscilan entre los 700 y 2000 mm anuales.
Esto hace que encontremos zonas con bosques bastante abundantes en especies vegetales que contrastan notoriamente con la superficie del resto de la Provincia. Dada la alta humedad ambiente del sector occidental las amplitudes térmicas son poco marcadas y al ascender, lógicamente, el frío aumenta y hace que haya picos con nieves eternas.
El panorama en la región extraandina presenta una vegetación esteparia con precipitaciones que rondan los 200 mm anuales y las temperaturas oscilan entre medias anuales inferiores a los 8° C y superiores a los 10°C en las zonas más bajas y próximas al mar, que pueden definir al clima como templado y con grandes amplitudes térmicas diarias.
El viento predominante es el del oeste- que permanece en forma constante- y la proximidad marítima no llega a modelar demasiado el clima debido a la altura de sus costas con acantilados que sobrepasan los 150 metros. Un tercer tipo de clima de Chubut afecta el ángulo noreste de la provincia y la Península Valdés, con veranos cálidos y breves e inviernos fríos. Podría definírselo como de transición entre los climas templados del centro del país, con mayores precipitaciones en los meses cálidos, y los climas fríos y con lluvias invernales, típicos de la Patagonia.
Investigación y Textos: Gabriel O. Rodriguez
NO VA
VA EN ECO-TURISMO
Cómo llegar
Tomando como punto de referencia la ciudad de Rawson, capital de la provincia del Chubut, situada sobre la ruta provincial Nº 25 que, tras pocos kilómetros de recorrido, la conecta con la RN Nº 3, de extenso recorrido.
Desde la intersección entre ambas rutas – 3 y 25- deberá circularse hacia el sur por la mencionada RN Nº 3 hasta que ésta es interceptada por un camino vecinal, unos 20 kilómetros después de la localidad de Garayalde.
En dirección al este este camino se dirige hacia la costa, finalizando en el Pueblo Alguero Bahía Bustamante, al sur de la gran área natural protegida que describimos.
Recursos culturales
Para el desarrollo de este ítem es habitual en los distintos informes que realizamos narrar muy someramente las costumbres y forma de vida de los habitantes originarios. En tal sentido se sigue el mismo criterio para el Parque Interjurisdiccional Marino que tratamos en estos párrafos. Se ha escrito mucha bibliografía sobre los primitivos habitantes de la Patagonia, de uno y otro lado de los Andes, por lo que no resulta fácil sintetizar en pocas líneas todo ese bagaje cultural de los períodos pre y posthispánico. Pero intentaremos dejar sentados algunos lineamientos generales.
Las primeras aldeas en los Andes del sur se instalaron entre los siglos X y VI antes de Cristo y su estilo de vida perduró por más de 2.000 años (Albeck, 2000). Respecto a la denominación de las distintas culturas en necesario esclarecer sobre los nombres que se daban entre sí o los que luego le asignó el conquistador y los sitios que ocuparon. Para ello seguiremos lo explicitado en el capítulo” Los pueblos originarios” de la obra El gran libro de la Patagonia:
Pehuenches : le les llamó a los grupos habitantes de los Andes entre los 37° de Lat. S y el Lago Huechulafquen y zonas en Ñorquín y Nahuel Huapi.
Chiquillanes: los habitantes ubicados al norte de los nombrados en primer término.
Puelches o Guénaken: eran los asentados entre los ríos Negro, Limay y Chubut y la costa atlántica.
Che-het: fueron los aborígenes de la costa marina del Salado al Chubut, formando con los anteriores la nación de lengua pampa conocidos con Serranos.
Pampas primitivos: habitaban al norte del río Negro (divididos en taluhet y dihuihet)
Patagones, Chóneka o Tehulches, ubicados al sur del río Chubut.
Respecto al período más remoto de la vida de los habitantes de estas latitudes lo que se conoce es gracias al importante aporte del estadounidense Junius Bird que recorrió minuciosamente la Patagonia en su extremo austral. Luego sus estudios fueron enriquecidos por el trabajo del matrimonio francés Laming-Emperaire, muy coincidente en sus conclusiones con el anterior. Bird realizó un importante hallazgo en el que había conjuntamente restos de un grupo humano, de megafauna del Cuaternario, entre los que cabe hacer mención de un tipo de caballo, Junto a estos restos había utensilios de piedra y de hueso. A grandes rasgos, se puede decir que la economía de estos grupos era esencialmente cazadora, y su tecnología, por lo tanto, adaptada a este tipo de vida y debieron llevar un tipo de vida nomádico (Rex Gonzáles, 1993). Sólo unos pocos siglos antes de la conquista debió introducirse la alfarería, pero aún así, es un elemento que no abunda demasiado (Rex González, 1993). En cuanto a los chóneca que ocuparon desde el río Chubut hasta la Provincia de Tierra del Fuego, donde se vincularon con los onas,. Los patagones o chónecas formaban una infinidad de tribus nómades, independientes unas de otras, pero que constituín grupos geográficos quizás con desigaciones especiales. Hay una enorme dificultad en rehacer el contenido cultural de los chónecas (Serrano,2000).
Los testimonios dejados por Pigafetta, tienen un interés particular, por ser las primeras crónicas y porque los chónecas aún no habían sufrido influencia de los puelches o guénaken que habitaban del río Chubut hacia el norte. Respecto de las viviendas, dice el nombrado cronista, que consistían en un gran toldo formado por cueros de guanaco cosidos entre sí y colocados sobre una serie de palos verticales. Su vestido era un manto rectangular formado por pieles de guanacos y otros animales, presumiblemente zorros y maras. Su estatura era, muy probablemente, la mayor del resto de los aborígenes del territorio argentino, pero no obstante ha habido exageración en las apreciaciones en este sentido por parte de los conquistadores. Se sabe que utilizaban la boleadora, aunque este elemento lo habrían heredado de las tribus ubicadas al norte. La lengua de los patagones o chónecas tendría tres dialectos y se conocen muchas pinturas rupestres en el territorio por donde se desplazaban (Serrano, 2000).
Respecto a los guénaken o puelches, que como ya se señaló, ocupaban la parte septentrional de la Patagonia tenían una economía basada esencialmente en la caza como las de las otras culturas que habitaron la región. La vivienda es el toldo, tan generalizado entre las tribus pampas, siendo diferentes en su formato, dado que algunos eran cuadrangulares, cupuliniformes o piramidales. Según testimonios de Sánchez Labrador en el siglo XVIII ya se veía el uso de cuero de caballo en las tolderías. Testimonios de distinta épocas coinciden en que se pintaban el cuerpo y la cara y que a semejanza de los patagones su vestimenta estaba compuesta por una manta cuadrangular hecha con cuero de guanaco. Algunas referencias históricas dicen que las tribus del actual territorio Río Negro conocían la alfarería. Tomaron de los araucanos la costumbre de fumar y hacían una bebida fermentada, pero supuestamente no conocían sustancias narcotizantes.
Araucanización
Los araucanos – llamados a si mismos mapuches- son el último asentamiento indígena que se produce en territorio argentino. Provenientes de Chile, su inmigración ha sido relativamente reciente y ha ocasionado grandes cambios culturales en los pueblos que habitaban las llanuras pampeanas, partes de las patagónicas (noroeste) y también un amplio sector ocupado por los Andes, teniendo, aproximadamente, como límite sur el norte de la actual provincia de Santa Cruz. Al pasar al este de los andes los araucanos abandonaron el hábito del cultivo y se dedicaron a la caza, la recolección y a la rapiña (Canals Frau, 1986). Sus armas fueron las boleadoras, un especie de honda y lanzas muy largas. La alfarería estaba poco desarrollada y las mujeres practicaban el tejido. La lengua fue la misma que se utilizaba al oste de la cordillera y es muy empleada en la toponimia de Argentina como de Chile.
Alternativas turísticas
Cuando la actividad alguera mermó, las instalaciones del pueblo quedaron sin ulitización. Es entonces donde se toma la decisión de aplicar las instalaciones hacia una actividad turística incipiente.
En esta decision tiene mucho que ver Matías Soriano, nieto de don Lorenzo, quién recibió una educación en Buenos Aires y conoció otros horizontes. También pudo experimentar la vida en el campo cuando pasaba sus veranos en Bahía Bustamante dedicado a las tareas rurales. Todo ello lo llevó a convencer al Directorio de la empresa Soriano SA para diversificar sus actividades en esta nueva “industria sin chimeneas”.
Así hace unos años atrás comenzó a acondicionar las viviendas para recibir turistas, reformó la despensa, la cocina del personal, el comedor y una construcción aledaña a fin de lograr un excelente living ambientado con confortables muebles rurales y un gran ventanal que mira hacia el norte donde se encuentra la gran Bahía. Formó un pequeño museo con fotografías, recortes de diario y algunos implementos y herramientas que se utilizaban en épocas pasadas. A su vez, el comedor se ambientó con varias mesas y una gran barra tipo almacén, en donde se sirven excelentes desayunos, se almuerza y cena diariamente. A su vez también se ha acondicionado una vieja matera para conformar un excelente quincho donde se sirven unos sabrosos asados de cordero patagónico.
Así este pueblo, ahora con unos 40 habitantes permanentes, se abre al turismo ofreciendo extraordinaria naturaleza, su historia y su filosofía. En Bahia Bustamante han encontrado una forma de conservar los recursos naturales, mediante la filosofía y ética de reducir, rehusar y reciclar. El objetivo principal es hacer de Bahía Bustamante un lugar sustentable, donde el visitante encuentre la naturaleza en todo su explendor y sobre todo pueda disfrutarla sin molestarla.
Desde diciembre 2008 sus costas forman parte del Parque Nacional “Patagonia Austral”, que protege 1 milla marina desde la costa y alrededor de unas 50 islas desde Cabo Dos Bahías hasta el sur de la Caleta Malaspina.
Objetivos del emprendimiento
En una soleada mañana, sin viento y frente a la Bahía tuvimos oportunidad de reunirnos con quien tuvo la iniciativa de reconvertir este Pueblo Alguero de la Patagonia, don Matías Soriano, un amante de la naturaleza que ha puesto en valor estas recóndidas costas patagónicas. Respondió amablemente a nuestras preguntas:
Patrimonio Naturall: Estamos con Matías Soriano, en Bahía Bustamante. Contanos Matías cuándo comienza tu abuelo con el tema de las algas.
Matías Soriano: en el año 52, mi abuelo Lorenzo llega a estas costas buscando algas. En realidad buscaba un sustituto de una goma que él traía de la India para hacer un fijador de pelo.
PN: ¿Cómo llega a Bahía Bustamante? En aquellos tiempos esto sería un páramo casi desconocido.
MS: Mi abuelo buscaba algas marinas por locual empezó a trabajar con otro tipo de algas en la zona de Comodoro Rivadavia en un pueblito que se llama Caleta Córdoba. Llegó allí y con esas algas pudo sustituir el gel que necesitaba. Rápidamente tuvo problemas con los derrames petroleros provocados en eses momento por las empresa estatal y tuvo que migrar a Bahía Camarones. Fue allí donde escucho hablar de una bahía que le decían Bahía Podrida. Conocedor del tema asoció que los lugareños le decían Bahía Podrida por la cantidad de algas en la costa que se podrían y daban ese olor a podrido. Entonces se vino para acá a investigar y se encontró con algas que eran agaríferas, o sea que daban agar agar –gelatina vegetal que se utiliza en la industria de la alimentación-. Así fue que se volcó de la industría de la cosmetología a la industria alimenticia.
PN: ¿Cómo es la industria de recolección de algas?
MS: Era un trabajo artesanal que utilizaba mucha mano de obra. Al principio toda la Bahía que ustedes ven aquí delante, con unos diez kilómetros de largo era el lugar de recolección. El mar, cuando había temporales y sobretodo en febrero, marzo, abril hasta junio, después de la época de crecimiento del alga las depositaba en la orilla. El alga es como una planta. Con mayor horas de luz y mayor temperatura crece y llega un metro de alto o más. Así cuando comenzaban las sudestadas que venían de las Malvinas. volcaban las algas a la playa y nosotros recolectabamos los arribos.
PN: ¿Y que cantidad de algas recolectaban por temporada?
MS: Unas tres mil toneladas de algas secas por temporada, aproximadamente.
PN: ¿Cuanto personal tenían acá hubicado?
MS: En esa época llegaron a vivir y a trabajar cuatrocientas, quinientas personas
PN: Ahora que el tema del alga no ocupa la mayoría de las construcciones ¿cuándo empezaron a dedicarse al tema del turismo?
MS: La industria sigue siendo importante ya que se empezo a desarrollar otro tipo de algas. Se busca un nicho por ahí mas chico. Toda esta zona de algas, esta bahía y la caleta cuentan con un proceso de algas que está certificado de orgánico. Desde el 2005 empezamos a abrir las puertas para recibir huespedes
PN: ¿Habrán tenido que remodelar alguna de las cabañas y las casas que estuvieron vacías durante largo tiempo?
MS: Si, las casas de los capataces fueron las primeras que se remodelaron. Para el tema de las algas quedaron las cuatro casas que están atrás. Después agregamos dos casas más que eran la antigua casa de la familia y años más tarde agregamos las casas de estepa.
PN: ¿En este momento cuantos visitantes estan viniendo por año?
MS: Deben venir como ochocientas personas al año mas o menos. Recién comenzamos con una fuerte promoción del lugar, así que toda la gente que viene es porque se han pasado la noticia de boca en boca. Vienen muchos extranjeros, sobre todo fotógrafos y cineastas que buscan hacer tomas de los animales silvestres.
PN: ¿Y en general el promedio de estadía que son tres días, dos días, cinco días?
MS: El promedio de estadia son tres noches mînimo. Sin embargo en las casas de estepas hay mucha gente que se queda como a veranear . Se quedan diez, quince días como a desconectarse del mundo
PN: Las actividades de esta gente ¿Todos hacen todas a excursiones o sólo aquellos que quieren? ¿Cómo es el tema?
MS: Las casas de mar tienen un sistema de todo incluido inclusive las comidas. Desayuno, almuerzo y cena y también se le incluyen las actividades al aire libre y excursiones. Por otra parte tenemos las casas de estepa que son son como si alquilases una cabaña, sin ningún servicio asociado. Sin embargo pueden contratar aparte cualquiera de las excurcions que hacemos para visitar los diferentes lugares de la estancia.
PN: ¿Y acá el turismo se concentra en qué meses?
MS: Empezamos en agosto, cuando empieza la esquila y, digamos, la temporada alta es cuando llegan los pingüinos, como a fin de septiembre hasta marzo, marzo o por ahí los primeros días de abril.
Excursiones posibles
La variedad de actividades es para todos los gustos pues en unos pocos kilómetros se encuentran posibilidades para realizar diferentes tipos de excursiones.
Recorrida en bote: es un paseo que se realiza según la altura de la marea. Recorre las diferentes islas contiguas. Se pueden observar colonias de cormoranes, tanto real como imperial, de pingüinos de magallanes, grupos de garzas y garcitas blancas, y sobre todo poblaciones importantes de pato vapor no volador con sus pichones. Una colonia de lobos marinos de un pelo mezclados con colonias de pingüinos de magallanes permiten que en este conjunto de islas conformen un lugar increible donde la fauna marina ha encontrado.
Bosque Petrificado: a unos 20 km del Pueblo Alguero encontramos un bosque petrificado de singular magnitud. Si bien cada uno de las árboles que quedaron expuestos no son de un porte muy importante, se nota, por la variedad de los trozos. Este bosque hace millones de años fue seguramente una selva tropical ya que así lo ameritan los ejemplares observados. Por el lugar se pueden observar dos especies de lagartijas, varias aves terrstres y alguna tropilla de los emblemáticos guanacos.
Paseo a la Península: la conformación sur de la Bahía Bustamante está conformada por una península, bastante irregular por cierto, que se adentra en el mar. Sus recovecos, irregularidades, restingas, rocas y playas permiten que el visitante tenga muy a mano varios paisajes en forma simultánea. La cara que es acariciada por el mar se muestra salvaje, agresiva y sumamente irregular, mientras que la cara que es bañada por la bahía es de suave pendiente, constituyendo una larga y casi regular playa de cantos rodados.
Problemas de conservación
Es recurrente la mención del riesgo al que están expuestas las reservas costeras de la provincia del Chubut y patagónicas en general, por la intensa actividad petrolera en la región. De ocurrir un derrame de petróleo no sería el primero, lo que estaría indicando que este tipo de siniestros no es excepcional, y tampoco sería sorpresa ver las consecuencias nefastas que ejerce sobre la fauna el “empetrolamiento” amén de la contaminación de las aguas por el fluido que afecta a toda la biota. También se ha señalado como factor contaminante para las aguas la limpieza y descarga de las cestinas que se realizan en los buques utilizados para el traslado de ese fluido fósil, con lo que se evidencia que habría que instrumentar acuerdos intersectoriales, es decir de productores petrolíferos y todos lo intermediarios que participan de la cadena de comercialización, con los organismos u organizaciones estatales y privados que estudian este tipo de contaminación y tienen, por lo tanto, una responsabilidad ante la sociedad de alertar sobre estos riesgos.
Muy recientemente en las costas cercanas a La Florida, en los Estados Unidos, se vio con estupor como una empresa petrolera perdió el control sobre los mecanismos de extracción petrolera marítima y durante casi más 30 días no cesó de emanar crudo sin que pudiera detenerse la pérdida, ubicándose el episodio como una de las catástrofes más grandes de la historia en ese rubro. Esta mención no se hace para detractar la explotación petrolífera dado que hoy sería más que utópico pensar en un mundo sin petróleo, sino para mostrar que los accidentes fueron numerosos a lo largo del tiempo y en muchos lugares, lo que obliga a replantear métodos y formas de llevar a cabo la explotaciones para tratar de minimizar el riesgo de accidentes de este tipo.
Reproducimos los claros conceptos vertidos por Gandini y Garitano (2007) al referirse al área natural protegida que nos ocupa: “Cuando se crea un área protegida se debe pensar en un desarrollo compatible respecto de las especies y sus ecosistemas, y al mismo tiempo se debe asegurar el bienestar de la población humana asociada el área protegida. Para esto se debe integrar a la decisión, los componentes naturales como biodiversidad de especies, hábitats, procesos ecológicos, los componentes culturales y socioeconómicos que describen las actividades y necesidades de la población que genera presión sobre los recursos y la gestión a través del análisis de los componentes legales, institucionales y administrativos dentro del marco político. Es muy importante a la vez trasmitir a la sociedad que la creación de un área protegida no es sinónimo de restricciones y prohibiciones, sino un sinónimo de desarrollo sustentable”.
Resumiendo, podría indicarse como uno de los mayores problemas para la preservación de la biodiversidad marina es justamente la sobreexplotación de estos recursos, cuyo caso emblemático es en la actualidad la escasez de la merluza común (Merluccious hubbsii), el principal pez de consumo interno. Desde hace tiempo viene observándose con preocupación la notable merma de esta especie. En tal sentido transcribimos el texto del sitio de Internet de la Fundación Vida Silvestre Argentina, en el cual, en forma sucinta, se expresan los motivos de la muy significativa disminución de la merluza común:
“Sobrepesca: Se pesca más de lo que el recurso puedo tolerar. En los últimos 20 años, los argentinos perdimos más del 80% de la merluza común. Este año, se permitió pescar un 30% más de lo recomendado para recuperar el recurso.
Captura y descarte de juveniles: Se pescan peces pequeños, de menos de 35cm (equivalente a un filet de 25cm), antes de que se reproduzcan para renovar sus poblaciones. Existen dispositivos de selectividad que pueden colocarse en las redes de pesca para evitar estas capturas pero en 2009 su uso fue suspendido. A la fecha, se cumplieron alrededor de 500 días sin proteger los juveniles”.
La introducción de especies de invertebrados marinos que se advierte desde hace tiempo también es una amenaza para el equlibrio ecológico de este ecosistema, como también lo es la contaminación del agua provocada por asentamientos urbanos y las actividades humanas en general. El excesivo turismo es a veces otro problema para la conservación, especialmente porque los asentamientos de lobos marinos y de pingüinos son muy sensibles a los abusos que puedan cometer los visitates al no respetar la distancia permitida de acercamiento, los ruidos y cualquier otra situación que despierte desconfianza o temor en esta fauna. La parte continental del parque provincial-nacional prospectado sufre desde principios del siglo XX la presión de una población aproximada de siete millones de cabezas de ganado ovino, con picos de mayor o menor cantidad, lo que provoca una desertificación creciente y pérdida de vegetación en general.
Aspectos comerciales
El área tratada es una zona importante de reproducción del langostino patagónico que constituye, junto a algunas especies de peces, una de las principales fuentes de ingreso, no sólo para los habitantes del lugar sino en el ámbito provincial.
También se señaló en párrafos anteriores que esta parte de la costa patagónica es una de las más productivas en algas marinas, que son extraídas en forma artesanal es distintas localidades. Estas tiene múltiples usos en la industria del cosmético y de la medicina.
La explotación del guano es otra de las riquezas de la región – están habilitadas oficialmente para ese fin las islas Cumbre y Blanca Mayor- , así como la acuicultura.
“El golfo San jorge es uno de los principales caladeros para la pesca del langostino (Pleoticus muelleri), especie que se encuentra desde aguas someras hasta los aproximdamente 90 metros de profundidad. Una veintena de embarcaciones pertenecientes a la flota pesquera del altura opera en el golfo San jorge capturando principalmente merluza (Merluccious hubbsii).la pesca artesanal en el norte del golfo San jorge se efectúa a través de varias modalidades, incluidas la recolección en el intermareal (Phalacrocórax atriceps), la marisquería mediante buceo, la pesca con caña. Líneas de pesca o red de cerco, la pesca con caña utilizando embarcaciones y la pesca con redes de arrastre (Yorio, et al., 2005)”.
Otra importante fuente de recursos la constituye el turismo. Este se concentra principalmente en la Península de Valdés, donde tanto las pingüineras como los asentamientos de pinnípedos constituyen los mayores atractivos. En la zona del golfo San jorge la Reserva Cabo Dos Bahías es un centro de atracción turística.
Razón de su creación
Allá por la década de los 50, don Lorenzo Soriano, un aguerrido español que fabricaba fijador de pelo Malvik encuentra dificultades en su actividad en Buenos Aires y decide recorrer la Patagonia en busca de nuevos horizontes, sobre todo porque le informan que en esa zona había algas marinas que podrían reemplazar su producto.
Es así que en el año 1953 comienza a recorrer las costas patagónicas en busca de algas marinas de las cuales planeaba extraer un coloide que le permitiese continuar con la fabricación de fijador, tan usado en aquellos tiempos.
uego de recorrer varios lugres de la patagonia, en un destartalado jeep por caminos casi intransitables, le comentan de la existencia de la “Bahía Podrida”, denominada así por la gran cantidad de algas putrefactas. Cuando llega al lugar se queda asombrado de la proliferación de estos vegetales marinos. Vuelve a Buenos Aires, realiza los trámites correspondientes y logra que las autoridades le cedan un terreno para instalar una industria alguera. Ya en 1957, junto con sus cuatro hijos da origen al primer pueblo alguero del mundo, donde la única actividad era la recolección de dichos vegetales.
Las dos construcciones iniciales situadas frente al mar se transformaron rápidamente en un pueblo que llegó a albergar hasta 400 personas. Con escuela, iglesia, comisaría, depósitos, talleres y una proveeduría. Asimismo se construye el establo donde se guardan los aperos de los caballos. En aquellos tiempos muchas de las tareas de acarreo se realizaban con cuadrillas de percherones, en dos turnos diarios de 30 animales cada uno.
A partir de 1982, debido a un derrame petrolero en el mar, la producción de algas comienza a mermar, y hoy día es una actividad que no tiene el volumen de aquellos tiempos. Por otra parte Don Lorenzo nunca pudo extraer el pegamento para el pelo, pero obtuvo, con una pujante industria ubicada en Gaiman, el agar una gelatina vegetal aglutinante que es utilizada en la elaboración de alimentos. Hoy día la empresa se ha convertido en el principal productor argentino y provee a las principales industrias alimenticias del país.
Una vez consolidado el pueblo, las actividades fueron derivando también hacia las cuestiones rurales, tan cercanas y conocidas en la zona. Poco a poco se fueron comprando propiedades, sobre todo para conseguir agua potable y alimentos para el personal. Así se compraron estancias vecinas conformando una propiedad de unas 80.000 hectáreas. Si bien parece una enorme extensión, dicha superficien en la patagonia es habitual, dada la pobreza forrajera de dichos campos.
Así las cosas, con un pueblo sobredimensionado para las actividades ya mermadas en la recolección de algas y con una automatización en los proceso que se realizan en el campo, se toma la decisión de aplicar las instalaciones hacia una actividad turística incipiente.
En esta decision tiene mucho que ver Matías Soriano, nieto de don Lorenzo, quién recibió una educación en Buenos Aires y conoció otros horizontes. También pudo experimentar la vida en el campo cuando pasaba sus veranos en Bahía Bustamante dedicado a las tareas rurales. Todo ello lo llevó a convencer al Directorio de la empresa Soriano SA para diversificar sus actividades en esta nueva “industria sin chimeneas”. Así hace unos años atrás comenzó a acondicionar las viviendas para recibir turistas, reformó la despensa, la cocina del personal, el comedor y una construcción aledaña a fin de lograr un excelente living ambientado con confortables muebles rurales y un gran ventanal que mira hacia el norte donde se encuentra la gran Bahía. Formó un pequeño museo con fotografías, recortes de diario y algunos implementos y herramientas que se utilizaban en épocas pasadas. A su vez, el comedor se ambientó con varias mesas y una gran barra tipo almacén, en donde se sirven excelentes desayunos, se almuerza y cena diariamente. A su vez también se ha acondicionado una vieja matera para conformar un excelente quincho donde se sirven unos sabrosos asados de cordero patagónico.
Así este pueblo, ahora con unos 40 habitantes permanentes, se abre al turismo ofreciendo extraordinaria naturaleza, su historia y su filosofía. En Bahia Bustamante han encontrado una forma de conservar los recursos naturales, mediante la filosofía y ética de reducir, rehusar y reciclar. El objetivo principal es hacer de Bahía Bustamante un lugar sustentable, donde el visitante encuentre la naturaleza en todo su explendor y sobre todo pueda disfrutarla sin molestarla.
Desde diciembre 2008 sus costas forman parte del Parque Nacional “Patagonia Austral”, que protege 1 milla marina desde la costa y alrededor de unas 50 islas desde Cabo Dos Bahías hasta el sur de la Caleta Malaspina.
Creación del Parque Nacional
El 3 de diciembre de 2008 el Congreso de la Nación sanciona la Ley Nº 26.446 mediante la cual se ratifican los términos del mencionado acuerdo y queda así establecido el primer parque administrado en forma conjunta por la Administración de Parques Nacionales y el gobierno de una Provincia. Se trata de una superficie de unas 100.000 hectáreas de las cuales las 2/3 partes corresponden al espacio marino, con una riqueza en biodiversidad que puede considerarse como una de las más destacadas a lo largo de todo el litoral marítimo argentino. Algas marinas, peces, invertebrados marinos especialmente representados por krill, crustáceos y moluscos, aves y mamíferos costeras y marítimas son los principales componentes bioticos de este ecosistema marino.
Para concretar y sostener esta gran unidad de conservación además de la participación de los mencionados gobiernos intervienen activamente organizaciones no gubernamentales como la Fundación Patagonia Natural y la Wildlife Conservation Society, principalmente.
Categoría
Parque interjurisdiccional o parque nacional-provincial.
Esta categoría no responde a las establecidas por la UICN, pero se trata de una asociación atípica en la administración de un área natural protegida. El parque surgió de un convenio firmado entre el Poder Ejecutivo Nacional y el Gobierno de la Provincia de Chubut, de donde surge la palabra interjurisdiccional porque es administrado en forma conjunta por organismos de ambos gobiernos. La extensión del nombre también se debe a que los principales ambientes que protege son el mar y la costa en el sector austral de la Patagonia.
Fecha e instrumento legal de creación
El tratado para la creación del área protegida prospectada fue firmado entre el Gobernador de Chubut y el Presidente de la Nación el 8 agosto de 2007, y ratificado por la Legislatura de la provincia del Chubut el 1 de noviembre de 2007, mediante la Ley N° 5.668. Luego, la Nación, mediante la Ley Nº 26.446 sancionada el 3 de diciembre de 2008 y promulgada el 5 de enero de 2009, también respalda los términos del acuerdo citado precedentemente.
Se destaca que el trabajo de varias instituciones no gubernamentales nacionales y extranjeras fue muy importante para el lograr el establecimiento de este parque terrestre-costero-marino. A continuación se transcriben los textos de las normativas que dan sustento legal a esta área natural protegida.
TRATADO DE CREACION DEL PARQUE INTERJURISDICCIONAL MARINO
COSTERO PATAGONIA AUSTRAL
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los 8 días del mes agosto del año 2007, entre el Estado Nacional, representado en este acto por el Sr. Presidente de la Nación Argentina, Dr. Néstor Carlos KIRCHNER, en adelante “la NACION”, y la Provincia del Chubut, representada en este acto por el Sr. Gobernador de la Provincia del Chubut, don Mario DAS NEVES, en adelante “la PROVINCIA”, acuerdan celebrar el presente tratado de creación del “PARQUE INTERJURISDICCIONAL MARINO COSTERO PATAGONIA AUSTRAL”, fundado en los siguientes. CONSIDERANDOS:
Que el artículo 41 de la Constitución de la Nación Argentina garantiza a todos los habitantes el derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; coincidente con el artículo 99 de la Constitución de la Provincia del Chubut;
Que estas normas constitucionales imponen a sus respectivas autoridades la obligación de proteger ese derecho, como así también la de verificar la utilización racional de los recursos naturales y la preservación tanto del patrimonio natural como del cultural y la diversidad biológica;
Que los artículos 124 de la Constitución de la Nación Argentina y 99 de la Constitución Provincial reconocen el dominio originario de la Provincia del Chubut de los recursos naturales existentes dentro del territorio provincial;
Que bajo dichas premisas, la NACION y la PROVINCIA consideran de sumo interés la creación de un espacio interjurisdiccional para el manejo de los recursos naturales existentes en la margen norte del Golfo San Jorge, atento la riqueza y diversidad ambiental que presenta dicho ambiente;
Que la Creación del Parque interjurisdiccional Marino Costero debe ser efectuada bajo pautas legales, de administración y manejo coordinadas entre ambas jurisdicciones atento, a la riqueza y diversidad ambiental que presenta el ambiente costero/marino provincial y la importancia que posee dicha zona para la actividad pesquera provincial;
Que la creación del Parque lnterjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral es una meta central para la NACION en esta primera década del nuevo milenio, a fin de llegar a cubrir la necesaria representatividad de todas las eco-regiones del país en porcentajes de superficie acordes para la conservación de la biodiversidad;
Que cada una de las jurisdicciones que concurren a la firma del presente, en pleno ejercicio de sus atribuciones constitucionales, ha desarrollado esquemas de conservación válidos y efectivos; Que la NACION y la PROVINCIA tienen plena certeza que solamente a través de una permanente cooperación y de políticas concertadas entre las distintas jurisdicciones y sectores, tanto públicos como privados, puede ejercerse la defensa eficaz de los espacios naturales;
Que en consecuencia y haciendo uso de las facultades que constitucionalmente les competen, la NACION y la PROVINCIA acuerdan en celebrar el presente Tratado lnterjurisdiccional bajo las siguientes cláusulas y condiciones:
PRIMERA: Crear el Parque lnterjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral, como un espacio de conservación, administración y uso racional de especies marinas y terrestres y sus respectivos hábitat, sometido al manejo conjunto de la Administración de Parques Nacionales y la Provincia del Chubut.
SEGUNDA: El Parque lnterjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral abarcará la superficie terrestre, marítima (incluyendo el lecho y subsuelo marino) y aérea comprendida dentro de los siguientes límites:
a) La franja marina existente entre el punto conformado por paralelo 44° 54’ de Latitud Sur y la línea de más alta marea, y el punto conformado por el paralelo 44° 54’ de Latitud Sur y una (1) milla náutica medida desde la línea de más alta marea, continuando hacia el sur por la línea de más alta marea hasta una (1) milla náutica de la costa, hasta el meridiano 66° 43’ de Longitud Oeste. Comprende también el área marina comprendida entre la intersección de los siguientes puntos geográficos: 45° 06’ de Latitud Sur y una (1) milla náutica contada a partir de la línea de alta marea, 45° 06’ de Latitud Sur y 66° 00’ de Longitud Oeste, 66° 00’ de Longitud Oeste y una (1) milla náutica contada a partir de la línea de alta marea. Incluye asimismo las islas comprendidas y adyacentes a la zona del Parque precedentemente delimitada, incluyendo las Islas Leones y Arce, y una (1) milla náutica en derredor de todas ellas.
b) La superficie terrestre abarcará una franja de mil quinientos (1500) metros paralela a la costa, contados a partir de la línea de más alta marea, comprendida entre el paralelo 44° 54’ de Latitud Sur hasta el meridiano 66° 43’ de Longitud Oeste.
TERCERA: Son objetivos generales del Parque interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral los siguientes:
1) Mantener muestras representativas de los ecosistemas terrestres, costeros y marinos, que aseguren la continuidad de los procesos naturales.
2) Proteger el patrimonio paisajístico, natural y cultural.
3) Propiciar y facilitar investigaciones y monitoreos ambientales, como principales actividades asociadas de manejo.
4) Promover actividades sostenibles compatibles con la conservación del Parque.
5) Concientizar sobre la importancia de la conservación del área a los usuarios del Parque y a los habitantes de la región, a través de la interpretación y educación ambiental.
6) Garantizar el uso público del Parque, para contribuir al bienestar físico y espiritual de los visitantes, preservando sus atributos naturales y culturales para las generaciones actuales y futuras.
CUARTA: A los efectos de la gestión del Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral establécense las siguientes áreas:
1) Area bajo responsabilidad de la Administración de Parques Nacionales: La franja marina existente entre el punto conformado por el paralelo 44° 54’ de Latitud Sur y la línea de más alta marea, y el punto conformado por el paralelo 44° 54’ de Latitud Sur y una milla náutica medida desde la línea de más alta marea. Continuando hacia el Sur por la línea de más alta marea hasta una milla náutica de la costa, hasta el meridiano 66° 43’ de Longitud Oeste. Incluye asimismo las islas comprendidas y adyacentes a la zona del Parque precedentemente delimitada incluyendo las Islas Leones y Arce, y una milla náutica en derredor de todas ellas.
2) Area bajo responsabilidad de la Provincia del Chubut: Todas las áreas no descriptas en el apartado anterior.
QUINTA: Las decisiones respecto a la gestión de los recursos naturales existentes en el Area bajo responsabilidad de la Provincia del Chubut, sean migratorios o no migratorios y mientras se encuentren dentro de la misma serán adoptadas por la PROVINCIA a través de la dependencia que ésta determine, previa comunicación a la NACION, salvo razones de urgencia debidamente justificadas. Las decisiones respecto a la gestión de los recursos naturales existentes en el Area bajo responsabilidad de la Administración de Parques Nacionales, sean migratorios o no migratorios y mientras se encuentren dentro de la misma serán adoptadas por la NACION a través de la Administración de Parques Nacionales, previa comunicación a la PROVINCIA, salvo razones de urgencia debidamente justificadas.
SEXTA: La delimitación prevista en la cláusula CUARTA del presente, así como el accionar de las distintas reparticiones en el ejercicio de las atribuciones que por el presente Tratado se le reconocen a cada jurisdicción, en modo alguno podrá significar el desconocimiento de derechos, concesiones o permisos regularmente, adquiridos por particulares con anterioridad a la firma del presente, sus respectivas prórrogas y autoridad de aplicación. Tampoco implicará cesión de dominio, ni de jurisdicción, ni del poder de policía y fiscalización de ninguna de las partes respecto de la otra.
SEPTIMA: La ejecución de las acciones conducentes al cumplimiento de los objetivos previstos en la cláusula TERCERA del presente, estará a cargo de una Comisión de Manejo, la cual estará integrada por dos (2) representantes titulares y dos (2) suplentes de la Administración de Parques Nacionales, y dos (2) representantes titulares y dos (2) suplentes en representación de la Provincia, uno de ellos por la Secretaría de Pesca provincial y otro por la dependencia que al efecto determine la PROVINCIA, con sus respectivos suplentes
OCTAVA: La Comisión de Manejo podrá celebrar acuerdos complementarios al presente, conducentes al cumplimiento de los objetivos señalados. Dichos acuerdos deberán ser aprobados, como condición necesaria para su validez y vigencia, por el Honorable Directorio de la Administración de Parques Nacionales y por el Señor Gobernador de la Provincia del Chubut.
NOVENA: La Comisión de Manejo elaborará, dentro del término de un (1) año de la entrada en vigencia del presente Tratado, la reglamentación respecto de cada una de las actividades a ser desarrolladas dentro del Parque interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral. Dicha reglamentación deberá contemplar el plan de manejo y conservación de dicho Parque, los planes operativos y en general los usos prohibidos y permitidos. Todos los instrumentos que compongan dicha reglamentación deberán ser aprobados como condición necesaria para su validez y vigencia, por el Honorable Directorio de la Administración de Parques Nacionales y por el Señor Gobernador de la Provincia del Chubut. Se tomarán como modelo para su elaboración, los planes de manejo que ambas partes vienen aplicando en sus respectivas jurisdicciones, en cuanto éstos sean pertinentes al espacio ocupado por el Parque que se crea por medio del presente.
DECIMA: La Comisión de Manejo contará con un Consejo Asesor integrado por representantes de los propietarios de tierras rurales donde se asienta el parque; los pobladores de las mismas; los titulares de permisos relacionados con las actividades pesqueras (extracción de algas, guano, maricultores, pescadores artesanales e industriales, etc.); los representantes de organizaciones no gubernamentales; los organismos técnico-científicos afines y las Municipalidades situadas dentro del área de influencia del Parque Interjurisdiccional que se crea por medio del presente. La integración y funcionamiento del Consejo Asesor será determinada por la Comisión de Manejo.
DECIMO PRIMERA: Los fondos necesarios para el mantenimiento, desarrollo y prosecución de los objetivos de creación del Parque serán costeados por partes iguales por la NACION y la PROVINCIA, sin perjuicio de los recursos que el propio Parque pudiere generar.
DECIMO SEGUNDA: La Ley Nacional N° 22.351 será aplicable a las funciones y actividades que cumpla la Administración de Parques Nacionales en las Areas a las que se refiere el presente Tratado, en todo cuanto sea compatible con el mismo. Exceptúase expresamente la aplicación en el ámbito del Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral de los artículos 2°, 3°, 4°, 5° y 19 de la Ley Nacional N° 22.351. La Ley Provincial N° 4617 será aplicable a las funciones y actividades que cumpla la Provincia del Chubut en las áreas a las que se refiere el presente Tratado en todo cuanto sea compatible con el mismo.
DECIMOTERCERA: Las partes firmantes acuerdan denominar al Parque que se crea por la cláusula PRIMERA del presente Tratado, “PARQUE INTERJURISDICCIONAL MARINO COSTERO PATAGONIA AUSTRAL”.
DECIMOCUARTA: El presente Tratado entrará en vigencia una vez aprobado por el Honorable Congreso de la Nación Argentina y por la Honorable Legislatura de la Provincia del Chubut. En el lugar y fecha indicados en el encabezado del presente se firman dos (2) ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto. LEY 26.446
Sancionada: Diciembre 3 de 2008
Promulgada de Hecho: Enero 5 de 2009
Fecha de Publicación: 12/01/2009.
El Sanado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:
ARTICULO 1º — Apruébase el Tratado de creación del Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral suscripto el 8 de agosto de 2007 entre el ESTADO NACIONAL y la Provincia del Chubut, que como Anexo forma parte integrante de la presente ley.
ARTICULO 2º — Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.
DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A LOS TRES DIAS DEL MES DE DICIEMBRE DEL AÑO DOS MIL OCHO. — REGISTRADO BAJO EL Nº 26.446 — JULIO C. C. COBOS EDUARDO A. FELLNER. Enrique Hidalgo. Juan H. Estrada.
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Investigación y Textos: Gabriel O. Rodriguez
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